O te fascina o lo odias. Aunque, probablemente, si lo odias, es porque no lo has probado lo suficiente. El origen del sushi se remonta al año 718 en China, pero fue en el siglo XVII cuando se muestra tal como lo conocemos hoy, gracias a Matsumoto Yoshichi, a quien se le ocurrió añadirle vinagre al arroz. En España se puso de moda hace ya unas cuantas décadas y la devoción por este plato no ha dejado de crecer. Y uno de sus secretos lo desvelamos ya: la elaboración y combinación de sushi no ha parado de evolucionar al mismo tiempo que continúa siendo muy fiel a su versión más clásica y a su simplicidad. Quizás por eso, por su sencillez, no ha dejado de deleitarnos.

Es uno de los alimentos estrella de los fodies y, probablemnte, de las comidas más fotografiadas en Instagram (si no te lo crees, solo tienes que poner #instagood y probar). Y además es sano y no engorda... Lo tiene todo. Y es que el sushi elaborado con ingredientes de buena calidad se ha convertido en un plato ya no solo recurrente para quienes no tienen tiempo de ponerse a cocinar, sino también saludable.

Las técnicas de cocina que suelen utilizarse, especialmente hervir los ingredientes al vapor o al wok, son menos grasas. Además, si se seleccionan ingredientes menos calóricos, es un plato ideal para la ‘operación bikini’. Por ejemplo la revista Traveler recogía que un nigiri de atún tiene 41 calorías y un maki de pepino, tan solo 23. Una elección mucho más sana, entre los fast food , que una hamburguesa o unos rebozados de pollo, por poner dos ejemplos.

Clásicos o innovadores

La versión más clásica es aquel sushi en el que el alga nori envuelve a los makis, abrazados por un buen salmón o atún. También el aguacate es uno de los ingredientes estrellas (aunque no precisamente en japón), aderezado o no (es solo para los muy valientes) con un poquito de wasabi. Pero los menos pruritos también se han animado a nuevas posibilidades, que si están bien escogidas son un excelente potenciador del sabor.

Por ejemplo en 'Miss Sushi', una de las cadenas más famosas de España, con una treintena de restaurantes de sushi por todo el territorio, uno de sus productos estrellas es el sushi ‘Dragón’, un rollito de arroz y alga nori que envuelve una tempura de gambas y espárragos trigueros, aderezado con una mezcla de especias y salsas liderada por una dulce salsa teriyaki. En definitiva, un bocado de lo más sabroso que es a la vez cremoso y crujiente.

Los detractores sin embargo (aunque son cada vez menos) se apoyan en la teoría de ‘Buagg, pescado crudo...’ Pero no, el sushi no es solo pescado crudo. Hay vida, como ya contábamos, más allá del lomo de atún crudo del nigiri. Para aquellos que reniegan de un salmón macerado o de, efectivamente, un atún deliciosamente crudo, el sushi con aguacate, verduras de todo tipo o mariscos (sí, cocinados) no defrauda. Solo hay que atreverse a probar sin prejuicios.

Otra de las claves del sushi es su versatilidad para comértelo en cualquier lugar. Aunque muchos lo cogen con los palillos, los menos habilidosos pueden pincharlo con un tenedor o, simplemente, con las manos. Y es un plato ideal para una parada rápida en la oficina o para llevártelo de picnic, ya que ni ensucia ni requiere más logística que abrir la boca y disfrutar. Y es raro encontrar una ciudad donde no haya al menos un restaurante de sushi, así que difícil resistirse a la tentación.

En definitiva, que no nos quedan excusas, y menos ahora que nos adentramos en el fin de semana y cocinar da aún más pereza, para pedir una bandeja de sushi a domicilio. O, ¿por qué no? Atrevernos a cocinarlos nosotros mismos. ¿Ya saben qué cenar hoy?