Cinco platos para celebrar el final del Ramadán
Después de casi un mes, la comunidad musulmana ha celebrado el final del Ramadán. Y aunque debido a la pandemia no ha habido ni celebraciones multitudinarias ni rezos colectivos, no faltan deliciosos platos para agradecer el final de este mes sagrado. Recorremos las delicias gastronómicas marroquíes.
El calendario lunar es el que marca el final del Ramadán. Tras casi un mes de ayuno -el mes sagrado comenzó el pasado 14 de abril-, esta semana finalizaba el Ramadán dando paso a las celebraciones. Un Eid al Fitr que, por segundo año consecutivo, se celebraba en la intimidad, puesto que los rezos colectivos presenciales están prohibidos debido a las restricciones por la pandemia del COVID-19. En Ceuta, la Musal-la volvió a desaconsejarse y las explanadas de Loma Margarita y Sidi Embarek han seguido sin poder acoger el rito musulmán como hasta antes de la pandemia solía celebrarse.
Apelando a la responsabilidad no ha habido ni celebraciones multitudinarias ni rezos colectivos, pero lo que no ha faltado, aunque sea en cada casa, son deliciosos platos con los que celebrar y agradecer el final de esta fecha tan importante para la comunidad musulmana. Probamos cinco platos para celebrar el Ramadán. ¡Eid Mubarak!
Harera
La harera es un plato emblemático, el más tradicional del Ramadán para romper el ayuno tras toda una jornada de ayuno. Se trata de una sopa árabe elaborada a base de pollo, tomate, perejil, cebolla y cilantro, a la que se le sueñe añadir legumbres como garbanzos o lentejas. También puede llevar fideos y huevos. Suele acompañarse de diversos panes. Es un plato muy contundente, de ahí que suela utilizarse como plato principal para romper el ayuno.
Sfijas o Fatay
Son unas empanadas rellenas de carne o verduras, que suelen aliñarse con una mezcla de pimienta y limón. El relleno también suele llevar, además de la carne picada, tomate, cebolla, morrones, ají, menta y baharat, una mezcla de siete especies que le otorgan ese sabor tan característico.
Tabulé
El tabulé es una ensalada fría, de origen libanés o sirio, realizada con una base de sémola de trigo, que suele ser frecuentemente cuscús. Sobre este ingrediente se añaden tomates, cebolletas, perejil, hierbabuena y zumo de limón, además de aceite de oliva. Es un plato muy característico de la gastronomía marroquí tanto como principal en una cena como de entrante o guarnición.
Crepes o Baghrires
Como en toda celebración, los dulces abundan en el fin de fiesta del Ramadán. Los Crepes o Baghrires -también llamados en Melilla, jeringo- son una masa elaborada mezclando sémola de trigo con harina de fuerza, y que suele servirse con miel, aceite de oliva o pasta de almendras.
Chebakia
Otro de los dulces más característicos del Ramadán y de la gastronomía marroquí son los chebakia. Consiste en una masa con almendras que se fríe en el aceite para después añadirle semillas de sésamo. El resultado se impregna en miel otorgándole un sabor muy intenso.
Además de este recorrido gastronómico por platos con los que celebrar la ruptura del ayuno y el fin del Ramadán, no pueden faltan tampoco alimentos tan característicos como los dátiles, las uvas pasas, los frutos secos, la leche, el pan con mantequilla o el embutido de vaca. Por supuesto acompañado con un delicioso y caliente té con yerbabuena, la bebida más consumida por los musulmanes durante todo el año.