Descubrimos los beneficios de portear en la ‘Semana Europea del Porteo’
Lograr un apego seguro, promover el contacto y el movimiento que el bebé necesita en sus primeros meses de vida o ayudar a la lactancia materna son algunos de los beneficios de portear. Descubrimos cuáles son todas sus ventajas en la ‘Semana Europea del Porteo’.
Hoy domingo, además de finalizar el estado de alarma, también finaliza una semana dedicada a enfatizar los beneficios de portear a nuestros bebés. Se trata de la Semana Europea del Porteo, que se ha celebrado este año del 3 al 9 de mayo y que combina con la semana dedicada a la crianza en brazos, que suele celebrarse en octubre. Y es que ambas fechas no buscan sino recuperar ese aspecto a veces olvidado de criar al bebé cerca de la madre. Algo que permite tanto el cogerlo en brazos como -y así tienes las manos libres porque ya sabemos que las madres somos multitareas- portear. Así que antes de finalizar esta semana recordamos cuáles son y por qué los beneficios de portear.
Empezando por el bebé, uno de los principales beneficios de portear es la sensación de seguridad que le da al bebé el ser porteado. Consecuencia de ello es, además, que se potencia un apego seguro del bebé con su madre, padre o persona que lo portee. No hay mejor ejemplo que el bebé llorando sin parar en un carrito y que se calma al instante arropado por un pañuelo, fular o mochila de porteo. Un hecho que tiene una explicación: la exterogestación.
La matrona Laura de Santos, que es además instructora de porteo e imparte formaciones para portear de manera segura y ergonómica, lo explica así: “El que tengamos un cerebro racional requiere de una cabeza grande, pero es inviable en un embarazo, por lo que tenemos que nacer de manera prematura para poder tener ese desarrollo fuera del útero. Del mismo modo el andar erguidos: por las estructuras de la cadera, necesitamos nacer antes porque si no el bebé no cabría por el canal del parto. Todo ello hace que los bebés al nacer sea más dependientes, con un cerebro tan solo desarrollado para la supervivencia. Ese desarrollo se hace fuera pero debe ser en las condiciones más parecidas a como estaba dentro del útero, que es en contacto y movimiento hasta que ya empieza a valerse por sí mismo, que es cuando empieza a gatear sobre los nueve meses. Por eso los primeros nueve meses necesita desarrollarse en un ambiente de calma y seguridad, que son los brazos de su madre, de su padre o de su figura de apego”. Es lo que se conoce coloquialmente como ‘nueve meses dentro y nueve meses fuera’ en los que ese desarrollo es facilitado por el porteo.
Bebé seguro y tranquilo
Siguiendo con los beneficios, se ha comprobado que mejora la calidad del sueño, permitiéndole un mayor beneficio físico. Además, el porteo, que puede realizarse desde el nacimiento, tiene beneficios médicos como que previene las plafiocefalias posturales, puesto que además protege el desarrollo de la espalda y caderas del niño, siempre, eso sí, que se utilicen mochilas ergonómicas, de lo que hablaremos más adelante.
Además, para la madre o persona que portea también tiene grandes beneficios. Y no es solo que estás en la cola del supermercado y puedes comprar teniendo las manos libres a la vez que sabes que tu bebé está seguro y tranquilo. Además de esta evidencia, el porteo mejora la higiene postural y potencia el vínculo. De hecho está demostrado que las madres que portean tienen menos prevalencia de sufrir la depresión postparto.
En cuanto a ‘tener las manos libres’ se traduce en que la persona que portea tiene una mayor autonomía y movilidad, ya que puede portear, incluso durmiendo al bebé, mientras hace otras cosas.
Sin olvidarnos de uno de los principales beneficios de portear y es que favorece la lactancia materna, puesto que las mochilas o pañuelos de porteo se adaptan para que la madre puede amamantar al bebé en la mochila mientras hace otras cosas. Una gran ventaja especialmente en los primeros meses cuando el bebé puede pasarse literalmente 24 horas ‘enganchado’ a la teta de la madre.
Eso sí, como explica De Santos es necesario que el porteo sea ergonómico, con un buen reparto de las cargas en hombro, espalda y cadera, y una buena postura tanto para la madre como para su bebé. Como se suele decir, la postura la marca que el bebé esté a la altura de un beso a su cabeza, pero lo ideal, sin duda, es siempre dejarse aconsejar por los expertos en porteo, porque como ocurre con la lactancia, una buena asesoría inicial será la que pueda llevarnos a unos gratificantes años de porteo y apego.