Pasen: línea de Guardia Civil
La Guardia Civil está de luto. El resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, también. Porque una parte de todos nosotros, compañeros y compañeras, hermanos y hermanas de oficio, ha sido igualmente asesinada. Igualmente ejecutada.
Han ocurrido unos hechos, que están grabados en la retina de nuestros ojos, y en las vibraciones de nuestros tímpanos, que han marcado en ellos un dolor irreparable por cómo se han desencadenado los mismos.
Si nos paramos por un momento a destilar el fondo del asunto, veremos una sociedad que avanza en caída libre, en números rojos…que vitorea enfervorizada como si estuviera en las gradas de un circo romano, alrededor de una hoguera de la inquisición o en la plaza de un pueblo de la edad media, con las manos llenas de tomates, expectantes por disfrutar de la ejecución.
Pensaba, o quería pensar, que habíamos evolucionado socialmente, pero me he dado de bruces con la realidad. En negativo. Seguimos anclados en el peor de los pasados, pero en lugar de tomates en las manos, tenemos dispositivos móviles de última generación.
Menos mal, que también me ha enseñado la otra cara de la moneda. Héroes que han puesto su vida, al servicio de los demás. Sin dudar un solo segundo de su tiempo. En el fiel cumplimiento de su deber legítimo y para proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades públicas, en defensa del orden y la ley. Guardando y cuidando de la ciudadanía, para que esta no se viera atrapada por el mal que acechaba oculto refugiado de la tormenta en el puerto de Barbate. Derramando sangre noble y fiera, glorificando el nombre que el gran Ahumada les dio. Actuando con la decisión necesaria y sin demora, con vigor, firmeza y constancia. Con valor, amor y lealtad. Fertilizando la tierra en la que vivimos, de calma y paz social. Con un honor inquebrantable, sin manchas que limpiar. Reflejo de moralidad y honestidad. Dignos de lo que representan y serenos ante el peligro. Apagando el incendio para que nadie estuviera preso de sus llamas.
Benemérito Cuerpo, veo como te caes, y sin sacudirte las rodillas, te vuelves a levantar. Gracias a vuestra entrega y sacrificio, mi corazón está más fuerte y unido que nunca, como el haz de lictores y la espada desnuda de vuestro escudo; y duerme bajo el refugio de vuestra corona real. Por eso, mis ojos lloran sangre de color verde, como la esperanza de vuestros uniformes.
Vuestro honor, es también mi principal divisa. Mi ejemplo, mi orgullo y admiración.
¡¡¡VIVA LA GUARDIA CIVIL!!!