No, no eres precisamente joven si has perseguido Pokémon. Tampoco si te recuerdas jugando a Pokémon rojo, verde, azul, amarillo, oro, plata... Estos monstruitos japoneses de diferentes colores y formas -inspirados en los insectos que tanto fascinaban en su infancia al creador de la serie- salieron en su primera edición en forma de videojuego en el año 1996. Han pasado 25 años, un 25 aniversario que la franquicia nipona celebraba hace unos días con un evento en el que reunía, de manera virtual, a muchos de sus seguidores. Así que, es posible, que si te recuerdas viendo su serie de animación o jugando a los Pokémon, hayas crecido con ellos.

Aunque son varias las generaciones que se han dejado seducir por la marca, tanto a través de la saga de videojuegos como de las historias y aventuras que han desarrollado en torno al entretenimiento. El sueño que concibió originalmente el nipón Satoshi Tajirias se ha convertido en la franquicia de medios que más ingresos obtiene en su sector, facturando más de 92.000 millones de dólares. Y es que los adultos de hoy, ya en la cuarentena, jugaban en su adolescencia y continúan jugando hoy. Pero, además, también los adolescentes de 2021 siguen persiguiendo Pokémon por las plazas de los pueblos.

Desde aquel Pokémon Rojo, Verde y Azul para la Game Boy en 1996, o ediciones como la Rubí y Zafiro, de la Game Boy Advance, en 2002; pasando -por citar solo algunas- por las Pokémon Perla y Diamante, donde se dio el salto a la Nintendo DS, ya en el año 2006, o las más recientes Nintendo Switch, con Pokémon Let's Go, Pikachu! y Let's Go, Eevee! en 2018, y Pokémon Espada y Escudo, en 2019, son casi una veintena de entregas de las que hemos podido disfrutar a lo largo de estos 25 años. En ellos han aparecido ocho generaciones de criaturas, ocho regiones canónicas, y cinco ciclos de consolas distintas. Pero como, además, el interés no ha cesado, en abril se estrena New Pokémon Snap, una nueva aventura inspirada en Pokémon Snap, el clásico de 1999 para Nintendo 64.

El intercambio, la experiencia de capturar e intercambiar, de elegir, ha sido una de las líneas transversales de este juego en cada una de sus ediciones, y así ha continuado a través de los años. Así lo reconoce Víctor, uno de esos ‘fans’ que participó en el evento del 25 aniversario el pasado mes de febrero y que, después de muchos años, sigue ‘enganchado’ y admirando la saga. “Aunque yo no empecé precisamente joven, sino ya siendo adulto; es cierto que de adolescente sí veía la serie, pero no jugaba; creo que es una de las cosas buenas de los Pokémon, que se adaptan a muchas edades”, reconoce Víctor. De hecho, a sus 41 años y con dos hijas, una de ellas preadolescente, los videojuegos son esa evasión a la que acudir para liberarse por un rato de sus responsabilidades familiares.

Víctor considera también que una de las claves del éxito de los Pokémon es que se trata del “más completo juego de recompensas”. El modo en el que fomentan ir coleccionando e intercambiando es uno de sus pilares; estrategia que, como destacábamos, lleva marcando el juego desde sus inicios y continúa siendo así en la actualidad.

Generar la necesidad de intercambiar y coleccionar a lo que, entre los adultos, se suma otro factor: despertar la nostalgia. Temáticas sencillas, juegos simples y personajes brillantes y coloridos que atraen a los jóvenes, pero una añoranza, un apego emocional que han sabido trabajar desde la compañía, y que provoca que esos niños y adolescentes crezcan y sigan admirando a Pikachu y a sus amigos, porque ni el monstruito amarillo ni ellos mismos se sentirán viejos mientras sigan vibrando con los videojuegos como lo hacían en los años de instituto.