“Desde el primer día que me diagnosticaron el cáncer, a este dragón lo llamé por su nombre, esa fue la primera forma de luchar contra él, llamarlo por su nombre y no ocultarlo. Sin miedo. Soy consciente que no es sencillo pronunciarlo, pero aquellos que lo hemos vivido en nuestro cuerpo, somos conscientes de la importancia de llamar a cada cosa por su nombre, sin miedo y con valentía. Hoy me uno a todas esas personas que luchan diariamente por vencer a este maldito dragón llamado cáncer. Mucha fuerza y mirarlo cara a cara, pues es posible vencerlo”. Estas son las palabras de Manuel Antonio, un expaciente de cáncer. Lo sufrió y lo venció y por eso hoy, en el Día Mundial Contra el Cáncer, ha querido visibilizar la necesidad de llamar a las cosas por su nombre, y por lo tanto, al cáncer llamarlo cáncer.

Cada 4 de febrero, con la conmemoración del Día Contra el Cáncer, se pretende visibilizar esta enfermedad. En este año 2021, el tema escogido para ello es precisamente la necesidad de mostrar no solo la realidad de esta enfermedad sino también su nombre, puesto que todo aquello que no se nombra, no existe. Y el cáncer existe: cada año se diagnostican en torno a 275.000 casos nuevos y existen alrededor de 1,5 millones de personas afectadas por esta enfermedad, según datos aportados por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Es por ello que desde la AECC han decidido este año, bajo el hashtag #LlámaloCÁNCER, darle voz a las historias de las personas que se esconden detrás de la palabra cáncer. Uno de los ejemplos que rescatan es el del diseñador Juan Avellaneda, quien participa en esta iniciativa con el objetivo de hablar de la enfermedad y mejorar así su impacto emocional. Una implicación que llega desde el conocimiento de haber pasado por la enfermedad, pero también desde la experiencia de habérselo ocultado a su entorno. “Entiendo que a veces no se quiere hablar con familiares para no preocupar pero hay que acudir a asociaciones o a alguien con quienes puedas compartir tus miedos, porque muchos miedos vienen desde la desinformación”. Miedos y desinformación que a veces son arrastrados por esa necesidad de no contar, de callar, de no nombrar.  

Juani Vivero, paciente oncológica y participante en la campaña, lo expresa de este modo: “Parece que cuando te dicen la palabra cáncer se termina tu vida, la expresión es de algo terminal, pero yo sabía que tenía que seguir trabajando, sacando fuerzas. Por eso yo ahora quiero entregarme a ayudar a todas las personas que se enfrentan a esta enfermedad, que se llama cáncer, y se cura”.

Pero para mejorar la estadística en cuanto a pacientes curados es necesario mejorar los presupuestos destinados a la investigación. La presentadora Ana Obregón, que perdió el año pasado a su hijo de 27 años por esta enfermedad, plasmaba hoy en sus redes sociales una denuncia a precisamente el poco dinero que se destina a la investigación contra el cáncer. “Menos mal que en España le dedican un día porque lo que es dinero en los presupuestos generales del Estado prácticamente cero. Más de 20.000 científicos españoles han tenido que colgar las batas por falta de subvenciones para sus proyectos de investigación. La investigación salva vidas, pero España es uno de los países que menos dinero invierte en investigación, frente a Estados Unidos, por ejemplo, que invierte 4,7 billones de dólares”, denunciaba la actriz, que añadía: “¿Sabéis que una de cada tres personas desarrollará cáncer a lo largo de su vida? En 2020 murieron 200.000 personas de cáncer en España y 48.000 por la pandemia El cáncer mata al año 9,8 millones de personas en el mundo frente a los 2 millones de la pandemia. El cáncer es la enfermedad silenciosa”.  

Frente a esto, la AECC reclama un Acuerdo Contra el Cáncer para que pacientes y familiares puedan hacer frente a la enfermedad “en igualdad de condiciones”. “El cáncer es igual para todos, pero no todos son iguales frente al cáncer. La pandemia ha agravado una situación de vulnerabilidad previa que ya venían viviendo muchas personas con cáncer”, lamentan desde la Asociación.

En definitiva, una jornada para reivindicar que más allá del día, la lucha contra el cáncer requiere de recursos económicos para su investigación y de visibilidad para sostener su impacto emocional. Una necesidad, esta última, que la AECC plasma en este comunicado: “Bicho, cangrejito, larga enfermedad, dolencia, tumor, tsunami… decenas de expresiones para evitar pronunciar una palabra que nadie quiere oír. Porque tras ella, se esconden realidades que a menudo la sociedad ignora. Y es que casi todos conocemos estadísticas sobre “la enfermedad”, pero muy pocos saben que llevar peluca pica, que a veces el sexo deja de apetecer o que hay quien prefiere no contarlo por no ser mirado con pena. Desde AECC nos hemos propuesto dar visibilidad a todas esas realidades porque estamos convencidos de que solo así, muchos dejarán de sentirse solos. Solo así, todos empezaremos a perder el temor a pronunciar “esa” palabra con todas sus letras. CÁNCER. Llámalo cáncer tiene el objetivo de luchar contra el silencio y el miedo que provoca una palabra hasta ahora tabú, para conseguir que el conjunto de la sociedad normalice su relación con ella. Y lo hacemos con las armas más poderosas: las realidades de todos aquellos que luchan contra ella desde todos los ámbitos posibles. Realidades contadas, por primera vez, sin tapujos. Descubre todas estas realidades y ayúdanos a compartirlas. A partir de ahora, llámalo cáncer”.