‘El hijo’, un vídeojuego de 'sigilo' que invita a reflexionar
Este jueves, 25 de marzo, sale para PS4, Xbox One y Switch, ‘El hijo: A Wild West Tale’, un videojuego que ya estaba para PC y Stadia, y que además de ser un interesante juego de sigilo, está muy cuidado artísticamente e invita a la reflexión.
Quien piense que no hay vida más allá de los videojuegos de acción y lucha es que no conoce este amplio sector. Entre los lanzamientos de esta semana destaca un videojuego muy alejado de los patrones más habituales y que, además de ser altamente motivador, nos invita a la reflexión dejándonos un mensaje social durante la partida.
Se trata de ‘El hijo: A Wild West Tale’, desarrollado por el estudio alemán Honig Studios junto con Quantumfrog, y presentado de la mano de HandyGames, la subsidiaria de THQ Nordic. Un lanzamiento que está previsto para hoy, 25 de marzo, en las plataformas PS4, Xbox One y Switch, después de que ya esté disponible para PC y Stadia desde diciembre de 2020.
Este videojuego se enmarca en la tendencia de videojuegos de sigilo, en los que pasar desapercibido suele ser la primera misión, ya que de lograr avanzar con ese ‘sigilo’ depende que la misión llegue a buen puerto. Por ello, puede decirse que es prácticamente el juego contrario a hacer el máximo ruido mientras se pega tiros a diestro y siniestro, por lo que los juegos de sigilo tienen un público muy concreto, que prefiere estrategias como la observación y el ingenio para lograr sus objetivos, anteponiéndola a la adrenalina de los disparos y las carreras.
En este caso, ‘El hijo’ nos adentra en la historia de un niño de 6 años al que, después de que su familia sea atacada por unos forajidos en el viejo Oeste, su madre decide abandonarlo en un monasterio con el objetivo de proteger su vida de los malos. La historia, que te dirige hacia el reencuentro, pone sobre la mesa la problemática que sufren muchos niños, especialmente en países del tercer mundo, a quienes usan como mano de obra barata y los ponen a trabajar convirtiéndolos en esclavos y robándoles para siempre la infancia.
Una historia dura que contrasta con la belleza de la creación artística desarrollada para este videjuego, lleno de colores, en el que destaca la cuidada imagen. Se trata además de un videjuego en el que no existe un solo diálogo, algo que aunque en un principio choca está muy bien llevado, dándonos prácticamente la impresión de estar inmersos en una obra de arte cinematográfica.
Nuestro objetivo en el juego es conseguir el objetivo del niño: escaparse de ese escenario para vivir en libertad, alejarnos del monasterio y de sus continuos apresores para recuperar esa infancia robada. Nuestros seis años, un poncho y un tirachinas con el que en algunas ocasiones logra despistar a los malos son nuestras únicas armas, por lo que la astucia deberá convertirse en nuestra principal aliada.
A veces, eso sí, el videojuego puede llegar a convertirse en algo pesado o aburrido ante la falta de elementos con los que interactuar, lo que nos deja una maleta de estrategias un poco pobre; consecuencia quizás de un presupuesto limitado. Sin embargo, la belleza de las acciones y su contenido social nos anima a dejarnos involucrar recorriendo y acompañando a este pequeño de seis años.
En definitiva, 'El hijo' es una pequeña obra de arte, con un juego sencillo, casi simplista podría decirse, pero aún así efectivo. Son 30 niveles que te llevan por escenarios naravillosos donde el sol lo ilumina todo -a veces encontrar una sombra se vuelve la más complicada misión- y donde cada recurso es aprovechado con maestría.