El Trastorno del Espectro Autista (TEA) no es una enfermedad, sino un trastorno sin cura que marca durante toda su vida a la persona que lo padece. Sin embargo, realizando las terapias adecuadas se puede lograr que la persona con TEA se comunique de forma adecuada y pueda mejorar su calidad de vida.

Se estima que siete millones de personas tienen TEA en Europa. En España, más de 470.000 personas son autistas. Uno de cada cien niños en edad escolar es diagnosticado con este trastorno y cuánto antes se le detecte y antes se inicie la atención temprana para mejorar su desarrollo, más efectivas serán las técnicas y más posibilidades habrá de que el niño o niña con TEA tenga una vida más autónoma y llegue a integrarse en el mercado laboral.

Para alcanzar este objetivo se emplean técnicas como el uso de sistemas alternativos aumentativos de la comunicacion (SAAC) -dentro de estos existen recursos como los pictogramas, que son imágenes que ayudan a identificar a los pequeños las acciones que tienen que realizar-, o el hecho de establecer rutinas o realizar juegos sociales, especialmente en el inicio de la intervención. Aunque es también muy determinante el grado de TEA con el que se identifique al menor; si tiene o no tiene discapacidad intelectual, y la detección precoz, así como la intervención que se hace en casa y en los centros escolares.

Cada 2 de abril se conmemora el ‘Día Mundial del Autismo’, con el objetivo de dar a conocer este trastorno, que es más frecuente que, por ejemplo, la sordera o el síndrome de Down y que, sin embargo, aún es desconocido para parte de la población. “Las personas con Trastorno Autista no están enfermas, y no se puede detectar antes del nacimiento. Es un trastorno del desarrollo que acompaña a la persona desde el nacimiento hasta la vejez, manifestándose entre los 18 y los 20 meses. Sienten e interpretan la vida de forma diferente a la nuestra, ni peor ni mejor, solo diferente”, explica la psicóloga Cristina Tierra, especialista en casos de autismo en menores y fundadora de la asociación Tajibo.

La psicóloga detalla que rasgos como que el menor no responda con la mirada cuando se le llama por su nombre, no sepa interactuar con otros niños o con juguetes (por ejemplo, que juegue con los coches a girarles las ruedas), utilice sonidos o palabras de forma repetitiva, no señale con el dedo para pedir o tenga retrasos en el desarrollo, tales como su iniciación en el lenguaje, o que incluso antes del habla presente problemas en la comunicación, pueden ser algunas características que alerten a padres o educadores de que el niño o la niña puede tener un trastorno del Espectro Autista.

Por ello es fundamental observar a los pequeños, estando al tanto de que cumplan los hitos habituales en el desarrollo del niño sano según la edad.

Celebrar el 2 de abril esta jornada fue una iniciativa promovida por la Asamblea General de la ONU con el fin de poner de relieve la necesidad de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los niños y adultos que sufren este trastorno, pero también de sus familias. Hasta el momento, además, las causas del Autismo son desconocidas y no pueden ser anticipadas ni en el embarazo ni en los primeros meses de vida del menor, por lo que a veces es un proceso duro para las familias hasta que se conciencian de que su hijo o hija tiene TEA y que suele vivirse, explica la psicóloga, "como un duelo hasta que llega la aceptación".

En este 2021, el lema de la jornada es 'Puedo aprender, puedo trabajar', y se pretende visibilizar que el acceso a la educación y al empleo no son solo un derecho, sino también factores claves para su calidad de vida. “El objetivo es visibilizar las barreras y oportunidades de las personas con autismo en estas dos áreas fundamentales en la calidad de vida de las personas con autismo”, explican desde la asociación Autismo España, quienes buscan “crear conciencia sobre cómo crear las condiciones adecuadas para hacer que la educación y el empleo sean más accesibles para el colectivo”. En este sentido han lanzado una campaña a través de las redes sociales que consiste en que los internautas se hagan una fotografía sujetando con la mano una herramienta que represente una de sus habiliadades y la publiquen en sus redes con el hashtag #DiaMundialAutismo.