Este viernes, día 10 de septiembre, muchos niños y niñas han vuelto a a las aulas. Otros lo hicieron en la jornada de ayer. En las calles de Ceuta podía verse esta mañana a los escolares nerviosos y emocionados, acompañados de sus padres y madres, todos ellos con las mascarillas puestas y preparados ante un nuevo curso escolar que, poco a poco, y aún respetando al máximo las medidas sanitarias frente a la propagación del COVID-19, va regresando a la normalidad.

Pero aunque los centros escolares pongan todo de su parte para que las adaptaciones de los escolares sea lo mejor posible, aún algunos llantos y miedos se atisban en las entradas de los centros. Una situación que debe trabajarse desde casa, según explica Beatriz Díaz, pedagoga conocida por su perfil de ‘Mamá y pedagoga’. “A los niños y niñas les gusta mucho la vuelta al cole”, explica la pedagoga, detallando que reencontrarse con los amigos, hacer otros nuevos y aprender suele resultarles motivador.

Pero al mismo tiempo a veces puede paralizarlos el temor, es por ello que la pedagoga aconseja trabajar desde casa, desde las familias, valores y emociones que le ayudan a afrontar esa vuelta al cole con optimismo y ganas. “Debemos reforzar desde su autoestima”, señala Díaz como uno de los factores más importantes para afrontar seguros y empoderados esta vuelta al cole, sea a la edad que sea.

“Debemos trabajar en reforzar las emociones y concienciarnos de una vez por toda de que es súper importante el trabajo emocional, ya que ese aspecto no se puede tocar en las clases todo lo que gustaría debido a que el alumnado es muy plural y son muchos y muy diferentes. Es por ello que el trabajo de las familias desde casa es esencial”, señala.

También es necesario trabajar habilidades sociales, “aspectos como la frustración, la empatía, la motivación...”. “Siempre habrá niños y niñas más tímidos y temerosos, pero en general les gusta la vuelta al cole, el profesorado suele ser muy bueno y amoroso y es fácil si vienen preparados”, explica la pedagoga.

Beatriz Díaz también insiste en que sería fundamental no hacer tanto caso al curriculum, espcialmente en las primeras semanas, incluido para los adolescentes, y trabajar estos valores durante las primeras semanas. “En los adolescentes propondría que los primeros días fueran ellos mismos los que eligieran qué actividades quieran hacer; no empezar con el tema uno de cada asignatura desde el primer día”, detalla.

En el caso de la educación de infantil, recuerda que ni siquiera es obligatoria hasta los seis años por lo que se centraría en otros aspectos. “Es más importante trabajar con ellos por qué no pueden pedir todo en el supermercado a que se sepan todos los colores o contar. Infantil es una lección, un proceso de adaptación del que debemos eliminar la frustración”, explica. “Debemos enseñarles a adaptarse y a trabajar sus emociones”, sostiene. “Y habilidades sociales como pedir perdón, dar las gracias o usar un por favor”.

Por último, da un consejo: “Desterremos la pregunta qué tal te ha ido en el cole y cambiémosla por qué has hecho, qué es lo que más te ha gustado, cómo te has sentido... Y escuchemos qué tienen que contarnos. Sean niños o adolescentes, ellos hablan y tenemos mucho que aprender de ellos si sabemos escucharlos”.