Cómo mejorar la calidad de vida de las personas asmáticas
Este 3 de mayo se conmemora el ‘Día Mundial del Asma’. Existen una serie de aspectos a los que las personas con asma deben atender para, pese a ser una enfermedad crónica, mejorar su calidad de vida.
El asma es una de las enfermedades más prevalentes de España. Se estima que afecta a un 10 % de la población infantil y a más de un 5 % de la población adulta. Este 3 de mayo se celebra el ‘Día Mundial del Asma’ y uno de los objetivos de esta jornada es dar visibilidad a esta enfermedad y promover ciudades y sistemas sanitarios que hagan más fácil la vida a las personas asmáticas.
El asma, según la Organización Mundial de la Salud, se define como una enfermedad crónica respiratoria que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea (falta de aire) y sibilancias (pitidos en el pecho), los cuales varían en severidad y frecuencia de una persona a otra. Estos síntomas pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche, ya que la posicón de tumbado empeora la respiración.
Se calcula que sufren asma más de 230 millones de pacientes en el mundo y que más de 1.000 personas mueren al año por esta enfermedad, sino en torno al 80 % de ellas, mujeres. Pero, ¿se puede mejorar nuestro estilo de vida para reducir la sintomatolgía asmática?
Partiendo de la base de que se trata de una enfermedad crónica, sin cura por lo tanto, sí que se pueden ajustar algunos hábitos de vida para sobrellevar las crisis y mejorar la calidad de vida de estas personas.
En primer lugar, un paciente asmático con un tratamiento adecuado puede llevar una vida totalmente normal. Por otro lado, se deben suprimir todos los hábitos nocivos como el tabaco, ya que si de por sí son perjudiciales en general para la salud, para personas con problemas respiratorios aún más.
Vivir en un ambiente alejado del polen y con menos plantas también puede ser beneficioso, aunque existen asmáticos alérgicos y asmáticos no alérgicos, por lo que según el tipo de enfermedad unos aspectos pueden mejorarle o empeorarle.
La humedad sí suele ser un componente que afecta de manera muy negativa a cualquier tipo de asmático. Especialmente incisiva es la humedad que puede concentrarse en paredes o sitios mal ventilados. Puede ayudar un deshumificador, especialmente si se coloca en la habitación un par de horas antes de dormir.
Las moquetas, alfombras, cojines, peluches o cualquier tipo de elemento decorativo que fácilmente atraiga polvo es mejor quitarlo de las estancias donde vivan personas asmáticas. Igualmente es aconsejable deshacerse de ellos si habitan personas con alergias. Cosas que acumulen polvo, fuera.
Las personas asmáticas deben no solo vacunarse contra el COVID-19, sino también contra la gripe cada otoño. La prevención es siempre el primer paso.
Por otro lado, es conveniente que las personas con asma también practiquen algún deporte, aunque es conveniente que no sea un ejercicio intenso en un ambiente frío y seco, sino otro tipo de deportes. La natación es una buena opción.
Aunque el asma es una enfermedad física, tienen un importante componente de control emocional por lo que la ansiedad o el estrés juegan en contra de los asmáticos. Relajarse y respirar aire puro es una buena medicina que sumar al tratamiento habitual.