“Con lo que en pandemia me he ahorrado en regalos de boda y en viajes tengo el próximo año salvado”, bromeaba un internauta. Y es que además del sector turístico, también las bodas decayeron considerablemente durante, primero el confinamiento en casa, y después, los estados de alarma. Sin embargo los ‘Sí quiero’ que no se pronunciaron en 2020 parecen que podrán tener lugar en 2021 o a principios de 2022. Así se desprende de un estudio elaborado por la plataforma de Bodas.net, en el que se recoge que más de 1.700 personas de su portal ya tienen agendada la fecha de su boda entre abril de 2021 y abril de 2022. Las parejas españolas parece que ya van quitándose el miedo del cuerpo y está volviendo a reflotar el gremio del sector de boda. Incluyendo en estas contrataciones los espacios y los banquetes, aún pendientes, eso sí, de las restricciones de aforo.

Restricciones que hacen que los españoles opten por bodas más pequeñas, con un número más limitado de invitados, que por otro lado nos libera de las ‘obligaciones’ de invitar al primo lejano para que la familia no se enfade. Aunque, según el estudio, las parejas preferirían bodas más tradicionales con un amplio número de comensales. De hecho, a pesar de las restricciones de aforo, las parejas siguen prefiriendo bodas de muchos invitados, y tan solo un 15 % ha optado por ‘micro weddings’.

“La confianza con los proveedores, el avance de la vacunación y el fin del estado de alarma” son los tres elementos que recoge esta encuesta para impulsar este repunte en las contrataciones. Y es que las parejas se muestran muy optimistas: el 70 % dice estar bastante o muy seguro de que su boda podrá realizarse en la fecha prevista. Eso sí, movidos por el miedo ante la pandemia, y por el temor a próximas olas visto cómo sucedieron los hechos el pasado año, los novios han cambiado sus hábitos. Hasta ahora, el mes en el que más bodas se producían era septiembre. Sin embargo por el momento, parece que entre junio y agosto serán los meses en los que más bodas se producirán. En concreto, de las fechas agendadas en el portal de bodas, el 43 % de todas las bodas programadas serán en esos tres meses. El segundo periodo de bodas será de septiembre a noviembre, que recogerá el 31 % y el 8 % se está casando este mismo mes de mayo.

Entre las tendencias que la pandemia ha cambiado en las bodas, además de los aforos más reducidos, se dan otras como que muchas parejas optan por banquetes al aire libre en lugar de los clásicos salones de boda. Se están promoviendo bodas más ‘campestres’, en cuidados entornos, con posibilidad de decorar con velas y disfrutas de la naturaleza.

También aspectos como servir el picoteo han sufrido variaciones, ya que no parece seguro que todos vayamos metiendo nuestras manos en unas bandejitas que pasan los camareros. Es por ello que se ha transformado en aperitivos individuales. Y del mismo modo, eso de compartir gafas y pelucas en plena pandemia tampoco vale, así que muchas parejas han optado por contratar un atrezzo virtual. Te haces la foto y las gafas y el sombrero te los pone el ordenador.

El caso es que los ánimos por organizar la boda parecen estar volviendo a las parejas, entre quienes el 40 % asegura que destinan más de cuatro horas a la semana a organizar el enlace. Solo el 20 % de ellos dedica menos de una hora a la semana. Ánimos que no se traducen, sin embargo, en pensar que de cara a su enlace la pandemia del COVID-19 y las restricciones para evitar los contagios habrán desaparecido. Solo un 6 % piensa que su boda se realizará en un contexto libre de pandemia; el resto es consciente de que podrá por fin dar el ‘Sí quiero’ pero conviviendo con las restricciones y, quizás, buscando una mascarilla que le pegue con el precioso vestido de novia o novio que llevará.