Aprende a cuidar tu piel hoy para no tener un cáncer mañana
Aplicar protector solar todos los días, beber suficiente agua o usar gorras son algunas de las recomendaciones para cuidar nuestra piel. La piel tiene memoria y las quemaduras de hoy pueden convertirse en un cáncer mañana.
La piel tiene memoria y lo que hagamos con ella desde nuestro nacimiento nos influirá el resto de nuestra vida. Un niño sin la suficiente protección solar, una adolescente que se quema en una tarde en la playa con las amigas... Todo va quedándose guardado en nuestros poros y puede desembocar en un disgusto al crecer.
Los cánceres de piel han crecido de manera exponencial en los últimos años. Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, la tasa de incidencia de los carcinomas de piel en España fue de 47 casos por 100.000 habitantes en el año 2020. La causa principal es una: la exposición a la luz solar o a fuentes artificiales de radiación ultravioleta.
Esta semana, el pasado lunes, 23 de mayo, se conmemoraba el ‘Día Mundial del melanoma’, un tipo de cáncer de piel que se origina cuando los melanocitos (las células que dan a la piel su color bronceado o marrón) comienzan a crecer fuera de control.
Aunque es menos frecuente que otros tipos de cánceres de piel -carcinomas de células basales, carcinomas de células escamosas...-, es también más agresivo, provocando unas 900 muertes al año. Según los datos de la Sociedad Española de Medicina Oncológica (SEOM) se estima que durante este año 2022 lo sufrirán más de 7.000 personas en nuestro país.
Es por ello que cuidar nuestra piel desde pequeños es fundamental como método de prevención de este tipo de cánceres. En primer lugar se debe evitar la exposición solar en las horas de mayor incidencia; esto es, de 12 de la mañana a 4 de la tarde. A estas horas el sol incide de manera más directa y sus rayos son más fuertes, y en consecuencia, más peligrosos.
En cualquier caso, a esta y al resto de horas es fundamental usar protección solar, recomendable 50 (SPF 50). Aún cuando el protector indique que es resistente al agua, su uso debe de ser constante, ya que a medida que pasar las horas sus efectos van reduciéndose. No solo debemos aplicarlo de manera constante cada pocas horas, sino que además debemos de hacerlo con la suficiente cantidad para que se cubra bien toda nuestra piel.
El uso de protector solar es recomendable usarlo todos los días, especialmente en las zonas expuestas al sol. Utilizar un protector solar facial durante todo el año reduce las posibilidades de padecer un cáncer en el rostro.
Los días nublados, especialmente si hace viento, son bastantes engañosos, porque aunque podamos pensar que no vamos a quemarnos, los rayos de sol pueden incidir aún más, por lo que también debe aplicarse el factor protector.
Además es recomendable que lo acompañemos con protecciones externas: camisetas de protección ultravioleta, gorras... Un buen aliado de nuestra piel es también el agua. Debemos beber constantemente agua para sentirnos hidratados, lo cual se traducirá en el estado de nuestra piel, además de aplicar lociones hidratantes.