Mareas de apoyo, disturbios por el país y su entrada en prisión: Pablo Hasél
“Último comunicado antes de mi encarcelamiento. Hoy soy yo, mañana puedes ser tú por denunciar a los culpables de joder tantas vidas. Están en juego nuestras libertades, que no lo tengan fácil. Ganarles este pulso es posible”. Este era el tweet que el músico rapero Pablo Hasél escribía en su cuenta de Twitter el pasado 12 de febrero. Pero no era en realidad su último tweet. Este martes, día 16, se manifestaba y se volvía a comunicar a través de las redes para evitar (o al menos visibilizar) su encarcelamiento.
“Tuits por los que van a encarcelarme en unos minutos u horas. Literalmente por explicar la realidad. Mañana puedes ser tú”. Este sí era su último tweet. Lo publicaba ayer, martes 16, y desde entonces ya ha sido twitteado más de 14.000 veces.
Pero pese al enorme apoyo recibido, con concentraciones por toda España, no logró paralizar su ingreso en prisión. Pablo Rivadulla Duró, que es su verdadero nombre, catalán nacido en Lleida en 1988, ha sido condenado a nueve meses de prisión, seis años de inhabilitación y cerca de 30.000 euros de multa por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona y contra las instituciones del Estado. Palabras, tweets y letras de canciones que han provocado que, tras vencerse el plazo de los diez días que le dio la Audiencia Nacional para entregarse voluntariamente, los Mossos d'esquadra procedieran este martes a su detención, después de que se atrincherara en la Universitat de Lleida.
Versos como: “Pretenden ocultar que muchas personas han salido hoy a exigir el fin de la monarquía fascista y golpean hasta a periodistas”; “El mafioso del Borbón de fiesta con la monarquía saudí, entre quienes financian el ISIS queda todo”; o “Ante el terrorismo de Estado, el barrio organizado”. Estos son, por citar algunos, ejemplos que han convertido a Hasél en un preso, pero que también han levantado una marea de apoyo entre quienes consideran que su delito es tan solo ponerle palabras a lo que muchos españoles piensan.
Pero esta no es la primera vez que Hasél es condenado; ya en 2014 la Audiencia Nacional dejó en suspenso otra condena. Y en 2018 también fue juzgado por los mismos delitos. Sus frases no sientan bien a todos, pero sus condenas no han logrado acallarlo. Hace apenas unos días, el rapero publicaba su último (hasta la fecha) videoclip, al que titulaba ‘Ni Felipe VI’, y que ya tiene más de 500.000 visualizaciones. “No cabe duda de que sin libertad de expresión y de información no hay democracia / Especial dedicación al tan mal llamado gobierno progresista / Que ha perpetuado la represión / Y que cuando las calles se han llenado por la libertad de expresión / Poniéndose nerviosos, han vuelto a prometer hacer algo / Volviendo a quedar en humo / Intentan parar la movilización / Pero solo con esta ganaremos el pulso”, ha dejado escrito y cantado en la intro de su último rap.
Agentes de los Mossos d'Esquadra detuvieron este martes al rapero y aunque no se registraron incidentes graves, el escenario estuvo marcado por los disturbios y por la voz en grito de medio centenar de activistas que se habían atrincherado junto al músico para protestar por su detención. Pero no solo en su localidad se produjeron revueltas. En otras zonas como Barcelona, Girona o Valencia también se produjeron este martes protestas en defensa de la libertad de expresión, algunas de ellas con pinceladas violentas, como la quema de contenedores.
Una vez detenido, el protocolo es que Hasél permanezca ahora en la cárcel de Ponent, en Lleida, donde se le adjudicará un módulo. Mientras, este miércoles, día 17, Unidas Podemos ha registrado en el ministerio de Justicia una petición de indulto para el rapero, solicitando además que se realice de manera urgente. De momento, las redes se han volcado en apoyarlo, haciendo propios algunos versos del músico como “Peligrosos por pensar, por amar la libertad...”.