Desde que en 1989 la Fundación Juan March realizase una gran retrospectiva del artista René Magritte (Lessines, 1898 - Bruselas, 1967), nadie había vuelto a apostar con tanta fuerza por el pintor surrealista. Entonces fueron 63 óleos. Ahora, este mes de septiembre, se ha estrenado la mayor exposición sobre el pintor hasta el momento desde aquella. La firma el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Desde el pasado 14 de septiembre, el museo expone 95 obras y decenas de fotografías que forman la retrospectiva ‘La máquina Magritte’. El título hace referencia al componente repetitivo y combinatorio en la obra del gran pintor surrealista, “cuyos temas obsesivos vuelven una y otra vez con innumerables variaciones”, como reconocen desde el propio museo.

Magritte ofrece una pintura muy característica: juegos constantes de percepción y proporción que ponen en duda al propio espectador; constantes autoretratos; desproporcionalidad constante de los objeto... “Es un pintor obsesivamente lógico, obsesivamente metódico, de un rigor maniático, a veces. Su procedimiento es el reciclado de sus motivos, la variación, la combinación”, reconoce en declaraciones a eldiario el director artístico del Museo Thyssen, Guillermo Solana, quien lleva trabajando en esta muestra desde 2015.

La muestra se divide en siete secciones: Los poderes del mago; Imagen y palabra; Figura y fondo; Cuadro y ventana; Rostro y máscara; Mimetismo y Megalomanía. Está comisariada por Guillermo Solana, director artístico del museo, y completa la muestra una instalación en la sala balcón mirador, en la primera planta del museo, de una selección de fotografías y películas domésticas realizadas por el pintor, por cortesía de Ludion Publishers.

Cuenta con la peculairidad, explica también el director artístico del Thyssen, de ser una muestra que tiene un enfoque didáctico. Y para ello se da a conocer al público cómo trabajaba el pintor: "Como consecuencia de la popularidad, se le ha estereotipado muchísimo, como le sucede a todos los pintores que se vuelven populares. Queremos mostrar que tiene un universo muy amplio y, a la vez, mostrar que no es arbitrario, que hay un método", detalla.

Lo cierto es que la popularidad del surrealista se expandió por todo el mundo, gracias a sus ingeniosas y provocativas imágenes. Buscaba cambiar la percepción pre-condicionada de la realidad y forzar al espectador a hacerse hipersensitivo a su entorno. Logró gracias a sus obras cambiar los significados, abrir las preguntas, romper las reglas.

Está previsto que tras su paso por Madrid, donde permanecerá hasta el 30 de enero de 2022, la muestra viaje al Caixaforum de Barcelona.