Estamos hechos de ritos y tradiciones. Poner el árbol de Navidad en el puente de diciembre (bueno, menos los centros comerciales, que ponen la navidad después del Black Friday, y las familias con niños pequeños, que desde que pasa Halloween ya están preguntando ¿es navidad?). Hacer pestiños con la abuela o galletas con forma de muñeco de jengibre con mamá. Ir a los cacharritos. Comer turrones y peladillas. Jugar a la lotería. Ver el mensaje del rey y el Telepasión navideño. Cantar villancicos en Nochebuena. Tomar uvas en fin de año. Hacer inocentadas. Y ver pasar -cuando el COVID lo permite- a los tres Reyes Magos llegados de Oriente.

Y entre todas las tradiciones navideñas, esperamos cada Navidad como agua de mayo la llegada del anuncio de Campofrío. No porque deseamos comer embutido, sino porque cada anuncio es una pequeña obra de arte que sabe calar en el espectador, que nos toca la sensibilidad pero sin caer en sensiblería. Un anuncio que sabe jugar cada año con la ironía y el humor, porque la emoción y la risa, tan importantes para el ser humano, son dos de las señas de identidad de estos anuncios que cuentan con un excelente equipo de creativos.

Este jueves llegó el esperado momento, se presentaba el nuevo anuncio de Navidad de Campofrío, que en algo más de las 24 horas ya supera las 1.000.000 visitas y que este año lleva el lema de ‘Acojonados’. Aunque más que un lema es un título porque el anuncio de Campofrío de cada Navidad es más que un anuncio, una pequeña película donde cuentan una historia. Sucede como con el anuncio de la lotería de Navidad, ambos son ansiados por el público y basan su éxito en que no presentan una simple estrategia de venta sino que cuentan un cuento de navidad, una historia emotiva que conecte con el espectador, con un público con ganas de historias bonitas.

“Acojonados, nuestro anuncio de esta Navidad que te invita a superar tus miedos y vivir cada día como sólo nosotros sabemos hacerlo. Porque lo que de verdad acojona es que se nos olvide que ¡la vida es acojonante! #VivirEsAcojonante.Visita nuestra web www.viviresacojonante.es y descubre cómo es tu vida de acojonante. ¿Te animas?”, dice la presentación de este anuncio.

En esta ocasión lo protagoniza el actor Karra Elejalde, interpretándose a sí mismo por todos los peligros que vivir conlleva y aún más en estos tiempo de pandemia. Una historia que serviría de videoclip para la canción de Ismael Serrano ‘El virus del miedo’. Desde abrazarnos hasta pasar la aspiradora, todo entraña su peligro, incluido amar, que es sin duda uno de los mayores deportes de riesgo en los podemos poner en jaque a nuestro corazón.

Junto a Elejalde, completan el reparto actores y actrices como Belén Cuesta, Candela Peña, Carlos Areces, Edu Soto y Darko Peric (La casa de papel) o el conocido youtuber El Cejas. Entre todos le dan ese toque de humor del que hablábamos, tan característico de unos anuncios que en varias ocasiones ha reunido en torno a sus pavos y salchichones a los mejores cómicos de nuestro país.

El final del anuncio, el ‘click’ que hace que nuestro protagonista cambie el miedo por la ilusión por vivir, lo pone una desgracia, la vivida en la isla de La Palma con el volcán de Cumbre Vieja, que sigue llevándose por delante las casas y los sueños de muchos palmeros. Pero en la tragedia también hay esperanza, como el mensaje de una vecina de la isla, que pese a que estén perdiendo sus casas se aferran a la solidaridad y al apoyo recibido, al tendernos la mano y compartir. Compartir hogares igual que se comparte el plato de jamón serrano o se comparten los sueños. Que no se diga que no estamos en Navidad.