Un ceutí valiente, con sangre norteafricana y pedigrí, ha querido poner su integridad física al servicio de la ciencia para despejar, de una vez por todas, las dudas acerca de la absorción de superpoderes por parte de los peatones que se tiran a los pasos de cebra como si no hubiera mañana.

El resultado: 175 m. de venda, 57 huesos rotos, 5 dientes desaparecidos y un Iphone X que no reconoce la cara del dueño. Antoñito Martínez, el héroe de esta historia, ha declarado que "como conductor estaba harto de sufrir esa mirada de presidente de Venezuela, así como de dictador, que se le pone a algunos ciudadanos perdonándote la vida mientras se lanzan a los pasos de cebra porque tienes que parar por cojones". Es tal el estrés que provocan estos ciudadanos a los conductores como Antoñito, que nuestro valiente caballa decidió demostrar que no tenían razón, que el derecho a cruzar la carretera, no permite poder saltar sobre las líneas blancas de repente, pensando en que cuando pisas la primera de ellas, te conviertes en el hombre de acero... o la mujer.

Desde Qrónica Ceuta queremos expresar nuestra admiración por Antoñito, agradeciéndole su sacrificio en favor de la ciencia. Era necesario.

*Recordamos a nuestros lectores que los artículos publicados en la sección "Qrónica irónica" son ficticios y cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.