Ana Morgade envío a través de sus redes un mensaje de crítica.
Ana Morgade envío a través de sus redes un mensaje de crítica.

"Te hago la ola, Ana Morgade"

"Te hago la ola, Ana Morgade"

La humorista Ana Morgade acapara todas las miradas tras enfundarse un portatrajes como vestido para la alfombra ‘roja’ de la Seminci. Aunque hay quienes critiquen que solo busque “llamar la atención”, la mayoría de comentarios respaldan el mensaje que se esconde tras su atuendo: una crítica a la tiranía de la belleza a la que aún deben someterse las mujeres. 

El contenido de la inauguración, este pasado fin de semana, de la 66ª Semana de Cine de Valladolid, la Seminci, pasó desapercibida porque todas las miradas se localizaron  en una de sus presentadoras. La cómica Ana Morgade acaparó todos los comentarios y portadas -convirtiéndose rápidamente en el trending topic de la jornada- gracias a su vestido. O más bien, a su cómo iba vestida. Pero sobre todo al mensaje reivindicativo que se encontraba tras su atuendo.

Y es que, aunque después sobre el escenario vistió un esmoquin negro de lentejuelas, la alfombra roja de la Seminci la recorrió ataviada con una funda de vestido o también llamado portatrajes, donde se colocan las prendas de vestir para llevarlas de un sitio a otro.

La propia presentadora fue la encargada de revelar a través de sus redes sociales el por qué de tan estrafalario vestuario. “My alfombra verde today”, comenzaba su alegato en redes, acompañado de una imagen de su ella vestida para la ocasión, a la que acompañaba el siguiente texto: “Sí, es un portatrajes. Durante días sufrí pensando qué llevar a la alfombra de Seminci, porque siempre me sucede lo mismo: en los showrooms casi nunca puedo ponerme lo que me gusta, tengo que ponerme lo que me abrocha. No tengo un cuerpo de talla standard, por supuesto no soy modelo, y no me es nada fácil encontrar un vestido que no me haga sentir terriblemente mal hecha”.

“Durante muchos años -continuaba explicando-,he salido a posar con ropa que no me encajaba muy bien, aterrada, pensando que es mi cuerpo el equivocado. Pero no, era mi actitud la errónea. Mi cuerpo es perfecto para lo que soy y a lo que me dedico: la comedia. No puedo cambiar qué se considera un cuerpo aceptable o no, y mucho menos cambiar mi autoestima de un día para otro, y mi relación más o menos despiadada con mi cuerpo (que acaba de hacer la proeza de fabricar a una personita, así que creo que se merece que lo mime un poco)”.

Un mensaje el que además de una crítica al mundo de la belleza y la moda, con estándares de talla que no se ajustan a la media de la mujer real, enlazaba al tema de cómo se queda el cuerpo tras un embarazo y un parto, desmitificando que las madres deban atravesar el puerperio con la misma talla de antes de “fabricar a esa personita”.

La humorista finalizaba: “Dándole vueltas de madrugada, rumiando qué lucir esta vez, pensé: si es que me queda mejor la bolsa que el traje… Y voilà. Aquí me tienen, señoras. Orgullosa y feliz, con un traje que no me aprieta, no me tira, no me asusta, y representa lo que soy, mejor o peor: una comediante. ¿Y saben qué? Es la primera vez que no me apetece ponerle filtros a la foto”.

La postura de Morgade ha sido acogida en las redes sociales con multitud de mensajes de apoyo, en los que “hacían la ola” a la humorista. Aunque algunas personas también la han acusado de “querer llamar la atención” o de “hacer el ridículo”, la gran mayoría de mensajes daban su apoyo a la presentadora, por al menos haber puesto sobre la mesa la constante tiranía de la belleza a la que se debe aún someter la mujer.

Los últimos en sumarse al humor han sido los de El Mundo Today, mostrando “cómo es el modelo de Valentino de 5.900 euros que Ana Morgade tiró a la basura para ponerse el portatrajes”. Un guiño, en definitiva, para recordar que si hay dos cosas que no pueden faltar en la vida son la crítica y, por supuesto, el humor.

"Te hago la ola, Ana Morgade"