QRÓNICA IRÓNICA
Las redes sociales fallan y nadie resulta herido
El terror se apoderó de millones de personas que veían cómo en sus móviles y ordenadores no se actualizaban las publicaciones de otros para poder cotillear, ni se podían lanzar fotos de sus desayunos, comidas, cenas... y posturitas en el gym.
Eugenia Morritos, vecina de la Calle Real, protestaba porque había estado preparando toda la mañana una ensalada preciosa para la foto y no le había servido para nada. "A mí ni siquiera me gustan las ensaladas, al lado tenía un bocadillo de corazones preparao", confesaba sonrojada.
"¿Cómo es posible que ocurra esto? es un día de vida perdido" criticaba con dureza Abdo Minal, vecino de Patio Páramo, que aún sigue sin aceptar que hayan pasado 24 horas sin que todo el mundo vea en Instagram su "cuerpaso", mientras posa junto a las mancuernas en el gym.
La parte positiva de todo esto es que muchas familias se reencontraron en los salones de sus casas. "Levanté la cabeza porque no funcionaba el Facebook y me encontré con mis padres y mi hermana, con los que no hablaba desde hacía años... son buena gente", contaba a Qrónica Ceuta un asombrado Antonio Caralibro, desde su vivienda en el Recinto.
A pesar del miedo y la incertidumbre que ayer se generaron, nadie ha resultado herido y la vida ha podido continuar con normalidad.
Algunos supermercados han enviado un comunicado solicitando que por favor, se devuelvan las garrafas de agua robadas por un puñao de ciudadanos que entraron como locos, pensando que el fin del mundo era ayer.