La mayoría de magos empiezan su afición en la infancia pero tu historia es un poco diferente. ¿Nos la cuentas?

Hace unos siete años mi madre enfermó y necesitó atención las 24 horas. Me encontré con todo ese tiempo mientras la cuidaba y empecé a cubrirlo con la magia gracias a mi amigo José Luis, de San Rafael, un pueblecito en Segovia en el que estaba viviendo entonces. Él me enseñó un truco de magia que ahora veo sencillísimo. Le pedí que me lo contara y ahí ya empecé a investigar. Otro amigo me regaló unos libritos de magia y alguna baraja. Empecé a comprar barajas de cartas baratas hasta que conocí el mundo del Bicycle. A raíz de ahí empecé a ocupar el tiempo con la magia.

¿Cómo pasaste de investigar a ponerlo en práctica ante el público?

Empecé a conectar con la gente para actuar en público porque un día iba en bicicleta por el campo en Fuerte del Rey (Jaén) y vi a un padre y una niña que acababa de salir del colegio y parecía aburrida. Les pregunté si podía hacer unos cuantos juegos de magia para ellos. Iba vestido de ciclista y todo pero siempre llevaba algo en la mochila. Les hice algunos juegos y la niña alucinando y su padre también.  El padre le preguntó a la niña allí mismo si quería que yo actuase en su comunión. Quedaban nueve o diez meses para la comunión y le di mi teléfono antes de irme. Al cabo del tiempo me llamó y me dijo que si quería ir a la comunión. En esa primera actuación estaba  de los nervios, sudando la gota gorda.

Hoy te encanta realizar los espectáculos ante el público. ¿Qué te hizo continuar después de los nervios esa primera vez?

Esos nervios que te entran y no sabes si la vas a liar o no. El no saber por dónde va a salir la gente, si te va ayudar para que el espectáculo salga bien. Esos nervios se me acumulan en el pecho y no puedo ni comer antes de actuar. A día de hoy los sigo teniendo, seis o siete años después. Ese nervio, sumado a la reacción de la gente que se queda boquiabierta, es lo que me hace continuar.

¿De qué actuación has salido más impresionado?

Una en los baños árabes de Jaén. Después de un tiempo conseguí que se me conociera en Jaén. Nadie es profeta en su tierra pero puedo decir que me fue bastante bien allí. Conocí muy buenos magos que me ayudaron a continuar y en poco tiempo crecí mucho. Así, un mago como yo que había empezado hacía poco, estaba actuando en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. El verme en los baños árabes de Jaén, que tienen muchísima historia, y ver a la gente asombrada… Me sentí muy pequeño, muy pequeño, y empecé a crecer conforme avanzaba el espectáculo gracias a la gente.

¿Cómo escoges un truco u otro para montar un espectáculo?

Yo empecé con una riñonera. Ahora llevo un maletín con el que puedo hacer unos 100 juegos. Depende de la edad de la gente y también del ritmo. En toda actuación tienes que ir de menos a más, como una canción. Hay que empezar con cosas sencillas, tanto para adultos como para niños, aunque los juegos sean diferentes. Hay juegos que los captan los niños mucho antes que los adultos. Depende también de cómo recibe la gente cada juego. Además como utilizo también la comedia en el espectáculo, puedo ver de qué manera lo disfruta el  público e ir variando en cada.

Muchos magos también disfrutan creando nuevos juegos. ¿Hay alguno de tu propia invención?

Tengo un juego que me encanta, porque lo hice el 7 de julio, que coincidió con mi cumpleaños. Hice una actuación en un teatro de Bailén que fue para un homenaje a Gloria Fuertes. Es un juego en el que yo empiezo a preguntar al espectador a dónde le gustaría viajar, con quién, cuando… Lo modifiqué para combinarlo con la autora. El espectador tenía que elegir uno de entre tres libros de ella y en lugar de preguntar sobre el viaje, el espectador elegía la página y el párrafo que  quería y coincidía con una imagen que yo tenía ya guardada. Lo he creado yo a mi modo. No te puedo contar más.

¿Qué es importante para que una actuación funcione?

La forma de presentar el juego es fundamental. No es lo mismo hacerle un juego a unos amigos en casa que estar en un espectáculo. El tiempo en el show es diferente. Empleas más tiempo para explicar el juego y que todo el mundo lo entienda. La forma de interpretar el juego y de darle dinámica sin quedarse nunca callado es importante. También es importante que haya un escenario, para hacer que el público esté siempre pendiente de quien está ahí arriba. La música, la duración total del espectáculo… todo influye.

¿Qué características debe tener un buen mago para alcanzar el éxito?

¡Yo no he llegado a alcanzar el éxito! Pero creo que para sobresalir en algo el secreto es echarle muchas horas. El problema de la magia, y del arte en general, es que complicado vivir de ello. Para conseguir el éxito hace falta constancia, dedicación y dinero.

¿Es eso lo peor de la magia o hay algún prejuicio más habitual?

Odio que digan que la magia que se utiliza para ligar. Habrá gente que lo usa, pero igual que otras habilidades. Eso va en cada uno. A veces cuando estás en un grupo y te piden que le hagas un juego una amiga parece que están más pendientes de qué le digo que del juego. También hay gente a la que parece que les fastidia que a alguien se le dé bien algo y dicen “eso ya lo sé” o “yo sé como lo está haciendo”. Si yo veo a alguien haciendo un juego y noto un fallo, puedo comentarle luego en privado algunos detalles para mejorar, pero nunca en medio del juego. No me gusta cuando la gente va a querer pillar en lugar de disfrutar.

¿Y qué es lo mejor de la magia?

 La reacción de la gente. Eso fue una cosa que hice hincapié en un vídeo promocional que hice hace dos años cuando llegué a Ceuta. Enfoco los juegos que hago pero cuando lo enseño la gente se fija en las expresiones que captaron las cámaras del público, más que si sale fuego de las manos o el juego que hago. La reacción de la gente es increíble y me encanta.

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