Isa Contreras, nacida para ganar

Isa Contreras, nacida para ganar

Cuando tenía 12 años se apuntó a piragüismo con sus primos sin saber qué era aquello y hoy vuelve con una medalla de plata del Campeonato Mundial en K-1 500.

Isa Contreras encontró en el piragüismo una actividad diferente a las aficiones habituales y en cuanto empezó a competir, no hubo marcha atrás. Con su club, Los Delfines, ha crecido y afrontado todos los retos que espera rematar en los Juegos de Tokio 2021.

 

Lo que empezó como una afición se convirtió en tu carrera. ¿Qué fue lo que te enganchó?

Empecé porque me gustaba que era una actividad fuera de la rutina. No era como jugar a la pelota o ir a nadar a la playa. Es algo muy específico y eres consciente de que vas a ir a hacer piragüismo. Poco a poco me engatusó la competición. La primera vez que competí me sentí increíble. Te engancha porque logras esto, pero mañana quieres más y te montas retos que tú misma no eres consciente en ese momento. Empecé a competir en categoría infantil con 13 años. La primera vez que fui a la Península para el Campeonato de España competí y gané. Fue increíble y me dije que ganaría siendo cadete. Cuando gané de cadete quería ganar cuando fuera junior y ya luego, no quería un campeonato de España, quería competir en el campeonato de Europa. Sin darte cuenta estás creciendo y marcándote unos retos que sabes perfectamente lo que tienes que hacer para conseguirlo. Tienes que entrenar y trabajar. Fuimos marcando metas conforme conseguíamos otras y eso era lo que me hacía engancharme para el siguiente año, para la siguiente temporada o para los siguientes cuatro años, porque al final ahora el objetivo ahora son los Juegos Olímpicos.

 

Algunas competiciones se han cancelado o aplazado, otras han seguido adelante. ¿Cómo has afrontado esta situación, tanto física como psicológicamente?

En el día a día se ha movido todo. Pasamos de estar a semanas de jugarnos la temporada a estar en casa encerrados sin saber nada, porque España estaba confinada pero los Juegos Olímpicos seguían adelante. Otros países tenían restricciones menos severas y los deportistas seguían entrenando pero nosotros no. Ha sido una situación muy complicada hasta que se cancelaron, porque veíamos inviable entrenar en el agua. Lo hemos vivido como la sociedad en general. Día a día las noticias cambiaban así que trabajamos igual para no perder la forma, concienciados de que iba a haber una competición. No desconectamos mentalmente para que no nos costara volver a activarnos si al día siguiente se decían que sí había competición. A tres semanas de la Copa del Mundo se suspendió el Europeo. En esas tres semanas había días que decías ¿y si el día antes de viajar se cancela?. Las noticias dijeron que Hungría cerraba fronteras. Nos mirábamos y decíamos ¿seguimos? Nuestro entrenador lo tenía muy claro. Hasta que no recibiera un no de la internacional, era un sí. No hubo día que pudiéramos dar marcha atrás. Él no tenía dudas. Estaba al pie del cañón y nos las quitaba rápidamente. Hungría es la cuna del piragüismo e hizo una excepción para que los deportistas pudiéramos participar.

ISA CONTRERAS 6

“Tengo ganas de volver a Ceuta y devolverle al club Los Delfines todo lo que ha apostado siempre por mí”

No sólo hubo Mundial de Piragüismo, te trajiste una medalla de plata.

Yo no me enteraba mucho de la película. Llegué que ni veía. Miré y vi que éramos cuatro o cinco proas y pensé que a las malas sería quinta y si sonaba la campana tercera. Durante el K-500 no fui capaz de saber en ningún momento en qué posición iba. No sabía lo que me estaba jugando en ese momento. Yo fui a dar todo lo que pudiese y estaba aislada de lo que estaba pasando a mi alrededor. Fue cuando llegamos a pesaje que la misma portuguesa (Joana Vasconcelos, medalla de oro) me dio la enhorabuena y me dijo que acababan de nombrarme ganadora. Yo me quedé sorprendida porque estaba esperando ser tercera con suerte. A los dos minutos con la ‘foto finish’ dijeron que había ganado ella y yo fui segunda por 0,04 décimas. Fue muy muy justo. Yo muy contenta, más que con la medalla, por lo que venía detrás. El año que llevábamos y el año que nos queda. No es lo mismo partir ahora mismo así que con un resultado malo después de todo lo que hemos aguantado este año y afrontar el clasificatorio de mayo sin recompensa de todo lo dado en 2020. Es un resultado que a todo el mundo le sube un poco la autoestima y me sirve para ir con más ganas todavía al clasificatorio.

 

La pandemia ha cambiado el ciclo olímpico y tu intención de retirarte de la alta competición en 2020. ¿Será en 2021?

Este año ha sido muy raro en todo porque los Juegos son cada cuatro años menos este año, que va a ser cada cinco, y los siguientes cada tres. El ciclo se ha roto. Yo ya tenía marcado que este año aparcaba la alta competición y con esto me han alargado un año más. Tenía previsto ir al clasificatorio de los juegos en 2020 y ya, conseguirlos o no, que fuera mi final de carrera. Los clasificatorios y los Juegos se han pospuesto para 2021, por tanto yo sigo un año más. Se ha movido todo, incluso mi final. Mi intención era acabar la temporada porque llevo desde 2009 fuera y tenía ganas de volver a casa, de estar aquí no sólo unos días sino hacer vida aquí. Quiero devolverle un poco al club Los Delfines todo lo que ha apostado siempre por mí, aportar lo que traigo de la experiencia de estos años y ayudar con la cantera. Mi plan también es sacar una oposición de bombero. Mi intención es cerrar una etapa y abrir otra, pero seguir siempre vinculada al club y al piragüismo.

 

De tu carrera deportiva, ¿qué momento recuerdas como más emocionante?

He tenido muchos momentos emocionantes pero sobre todo he tenido muchos momentos malos, que seguramente son los que han ayudado a que luego haya habido algo bueno. Experiencias malas como el año pasado en el Mundial que no clasificamos en el K-4, que es por lo que yo he apostado siempre. Quedarnos fuera fue un palo grande porque llevábamos todo el ciclo metidos entre las plazas que clasifican. Sólo teníamos que repetir lo que llevábamos haciendo tres años y no salió. Fallamos en la final y yo dije que ya no seguía. Mi entrenador de equipo, mi club, todos me dijeron que el ciclo se acababa en 2020 y que me debía a mi misma terminarlo, no porque yo abandonase antes sino porque había realmente terminado. Me animaron a intentarlo este año en el K-1 y fíjate, de la peor experiencia ha salido casi la mejor. Así ha sido toda mi etapa deportiva. Cada vez que ha habido un bache malo y lo he sobrepasado después ha habido uno bueno. Al final se trata de que lo malo es lo que te enseña a mejorar. Cuando te sale todo bien no sabes qué has aprendido.

 

En un minuto, puede salir perderse todo el trabajo de varios años, pero en los deportes solo se reconoce a quien gana la medalla.

En K-1 es un minuto cincuenta de competición y ahí te estás jugando los cuatro años. Dicen que el campeón olímpico no es el mejor. Es el mejor ese día, en esas circunstancias, en ese momento y es el que se lleva la gloria de cuatro años. Es verdad que la satisfacción propia y la que recibes de la medalla es brutal pero el día a día es el mismo el del que gana la medalla como el del que queda el décimo. Es un trabajo anónimo porque se reconoce y te aplauden cuando vienes con la medalla pero nadie te sujeta el brazo los 364 días anteriores. La mayoría de deportistas estamos acostumbrados. Sabemos que sólo se habla de nosotros si hay una medalla. Aquí en Ceuta es verdad que desde el minuto uno el recibimiento ha sido brutal desde que salí del agua. Con las redes sociales es mucho más fácil dar a conocer todo y fue impresionante, pero en el día a día no sé si mucha gente en Ceuta sabe que el piragüismo es un deporte que está teniendo resultados desde hace muchos años. La mayoría de gente no sabe que un piragüista (David Cal) es el deportista español que más medallas ha conseguido en la historia de los Juegos Olímpicos o conoce a Saúl Craviotto porque ganó Masterchef (tercer español con más medallas olímpicas y tres veces campeón mundial en K-1).

Has comentado en otras entrevistas las dificultades de entrenar en Ceuta. ¿Falta apoyo a los deportistas por parte de las instituciones?

Hay veces que necesitamos más ayudas que otras. Los deportistas no sólo vivimos el día de la competición o cuando ganamos una medalla. Las instituciones apoyan el deporte base pero el deportista de élite pasa momentos muy malos, ya no sólo en lo económico sino simplemente, para poder entrenar. Mi carencia aquí en Ceuta es el pantano, donde entreno, la mayoría de las veces que vengo está cerrado. Eso me limita muchísimo. Me limita el poder venir a casa. Yo en Navidad no le puedo decir a mi cuerpo que vamos a pasarnos 5 días sin remar. No, mi cuerpo eso no lo entiende. Al final si me paso cinco días sin remar el crono baja y en lugar de mejorar me estanco. En ese sentido sí deberíamos tener un poco más de apoyo y de prestaciones. No cuesta tanto preguntar a los deportistas de élite de la ciudad si podemos entrenar. Yo en mi caso particular tengo esa pega. Si es festivo o fin de semana no puedo remar. Si yo tengo doble sesión o triple sesión tengo que conformarme con hacer una. Lo que yo me pido a mi misma no concuerda con tener horario para entrenar. Apoyar el deporte no es solo aplaudir cuando llega la medalla. Hablo de mi caso, pero supongo que habrá otros deportistas que tengan otros tipos carencias y eso sí le incumbe a la Ciudad interesarse un poco y aportar para el triunfo.

 

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