Llevas muchos años cantando. ¿Recuerdas la primera vez que te subiste a un escenario?

La primera vez que me subí a las tablas fue cuando me presenté a los concursos de karaoke que organizaba la discoteca Dual aquí en Ceuta. Tenía 16 años, pero canto desde que tengo uso de razón. Mi madre siempre me decía que me aprendía las cabeceras de los anuncios de televisión y cantaba todas las canciones. Solamente me fijaba en eso. Me regañaban a la hora de comer, porque siempre se dice no se canta mientras se come, y todo mi afán era sentarme para ver la tele y cantar toda la retahíla que aparecía mientras iba comiendo.

Desde entonces no has parado. Desde cantar con la Orquesta Plenitud, hacer tus propios temas y colaborar con otros artistas. ¿Cómo vives el presente musical?

Desde que me subí a un escenario siempre supe que era un barco del que no me iba a bajar nunca. Yo también soy maestra, pero siempre digo que soy artista y luego maestra, y no al revés, aunque tenga que dedicarme a la educación porque la música no me haya permitido dedicarme solamente a ello. Primero soy artista. Desde que empecé a componer, a contar con músicos, a llevar música en directo, supe que no iba a parar nunca. Ahora mismo siento que hay mucho movimiento musical en Ceuta. Siempre ha habido bandas, pero creo que ahora estamos todas tocando a la vez, cada una en un restaurante diferente. Antes había muchas pero solamente quedábamos un par de veces al año, para un festival o algo que se hacía una vez, pero ahora los hosteleros están apostando y se ha creado un movimiento musical en el que cada uno tiene su banda pero todos pertenecemos a la de todos. Si alguien se va de vacaciones o se pone enfermo, otro lo sustituye. Es superbonito. Todos pertenecemos a todos y ahí estamos todos para salvar ese evento. Ahora mismo estoy viviendo magia musical en Ceuta.

Has actuado en muchos lugares y con muchos estilos. ¿Qué concierto recuerdas con más cariño?

Uno de los conciertos más importantes para mí fue un homenaje a los poetas de Ceuta en la Biblioteca Pública. Fue muy emocionante porque era la primera vez que decoraba mi escena, que era mi concierto, con mi banda y con la música que yo había compuesto. La verdad es que tengo un recuerdo maravilloso y hay unos vídeos superbonitos de ese día. Me emociono un montón. Fue muy importante porque fue la primera vez que proyecté mi trabajo como Ebhel Africana. Siempre había participado en orquestas. Estuve 12 años en la Orquesta Plenitud, que fueron quienes me abrieron las puertas a los escenarios. Allí éramos muchos cantantes, pero necesitaba ser yo y esa fue la primera vez que pude tener el papel principal y mostrar mi propio trabajo con D’Jazz Flamenk.

Cantas todo tipo de música pero ¿qué es lo que más disfrutas en el escenario?

El rap y el hip hop. Así empecé a sacar mi primera maqueta, junto con el niño Willy. Es mi raíz. Luego me tiré para el ‘house’, pero a casi todas las canciones les meto al final una estrofa muy hablada, una pincelada de rap a todos mis temas.

¿Qué tiene el rap que no tengan otros estilos musicales?

Tiene letra. Tiene cosas que decir. Te hace sentarte a escuchar y a pensar. El rap, bien hecho, es la lírica moderna. Es la literatura más accesible, la que no encontramos en los libros de bachiller. Esa lírica que, al final, todos pensamos. Es la voz de calle con la que todo el mundo quisiera expresarse.

Acaba el verano y empezamos nuevo curso, ¿qué planes hay en marcha?

El plan que más ilusión me hace es presentar mi libro. Es una novela autobiográfica que va muy arraigada a la música. Lleva unos códigos QR y se puede escuchar como recitamos y ponemos música a muchos de los textos que hay dentro. También tenemos que encerrarnos a grabar la maqueta que se quedó en el tintero a causa de la pandemia. El Instituto de Estudios Ceutíes, la Biblioteca Pública y la Ciudad Autónoma de Ceuta eran las tres instituciones más grandes que nos iban a echar una mano para poder llevar a cabo esta grabación pero la Covid lo paró y ahora queremos retomarlo.

Tienes experiencia tanto en España como en escenarios en el extranjero. ¿Cómo influye eso a la hora de componer nuevos temas?

Llevo trabajando en la escena musical de Marruecos casi tres años de forma intermitente y he pasado algunas de las mejores épocas musicales de mi vida en Tánger. He compartido mucha escena con músicos clásicos, con bandas, y he tocado en el festival internacional de Merzouga, en pleno desierto, que es una experiencia increíble. Con D’Jazz Flamenk estuvimos de gira un mes en México, en Tulum, y también fue una experiencia genial. Cuando sales de tu zona de confort, todo es grato. Sobre todo si lo vas buscando, porque te cruzas con personas muy interesantes que te aportan. Lo de nuestra ciudad ya lo conocemos, pero cuando rompemos ese molde y salimos fuera viene la influencia musical de verdad, que es lo que yo pretendía encontrar. Por eso tengo parte de mi repertorio en árabe. Eso me ha enriquecido mucho porque Ceuta es la ciudad de las cuatro culturas y para nosotros es muy importante.

También eres maestra de audición y lenguaje, ¿combinas la música en tus clases?

Para los tratamientos logopédicos con los niños es muy interesante utilizar la música. La utilizo mucho para cualquier tipo de trastorno en el lenguaje y me encanta porque también motiva. Las canciones son muy importantes para determinados tratamientos en audición y lenguaje. Ayuda a controlar la respiración y ejercitar las cuerdas vocales, en particular para los niños que tienen problemas de disfonía. Es muy interesante explicarlo con los instrumentos. Llevo la guitarra y explico que así es nuestra garganta por dentro con las cuerdas vocales y a ellos les encanta.

Presentar un libro, retomar la maqueta, colaborar con artistas de Ceuta... ¿Podemos decir que estás en un buen momento?

Estoy pasando por un momento superfeliz de mi vida. Creo que el movimiento musical que se ha creado. Creo en todas las bandas de Ceuta y en el talento que tienen. Les tengo que agradecer que tengo conexión con todos los músicos y cantantes y todos me han ayudado y forman parte de mi música y de mi escena. Yo nunca voy sola. Siempre voy con un puñado de gente a mi lado. Tengo muchas ganas de hacer un concierto con mi música, con mi maqueta. En ella he transformado el sufrimiento que he tenido, porque he pasado por una etapa muy dura debido a la pérdida de mi madre y de parte de mi familia en tres años. Para salir de esa depresión he utilizado la música y el amor, que ha llegado a mi vida y lo necesitaba. La música que es lo que más me llena del mundo y ahora me siento plena.