Carolina Merlo: "El deporte es movimiento y el movimiento es vida"
Empezó fusionando el fitness con su formación en baile en las clases y pronto se dio cuenta de que necesitaba un método de trabajo más personalizado para sus alumnos. Cuando conoció la técnica pilates, los principios y los resultados de esta disciplina le mostraron una nueva forma de ver el mundo deportivo y la salud.
Tras muchos años en la danza y el deporte, te enamoraste del pilates. ¿Cómo ocurrió?
Mi carrera ya iba despegando y llegó un momento que conocí el mundo del Pilates y fue como una revelación. Me apasioné porque es la base de todo el movimiento, de absolutamente todo. Da igual a lo que te dediques, ya sea que trabajes en una oficina, te dediques a la danza o a otro deporte. El pilates te reeduca posturalmente, te enseña donde están tus límites y dónde no, aprendes a educar tu cuerpo, hasta dónde moverlo. Es una fusión de varias disciplinas que intenta darte la perfección para el control de tu propio cuerpo, a nivel de tonificación, flexibilidad…etc. La base es la respiración, con una técnica respiratoria muy ajustada al movimiento. Fue conocer este mundo y decir aquí es. Y aquí sigo, cada vez profesionalizándome un poco más y formándome siempre. Cada año hago varias formaciones porque esto es como la medicina, trabajo con mucha gente, la gran mayoría tiene muchas patologías. Tienes que conocerlas, conocer la anatomía humana, conocer la biomecánica y a partir de ahí conocer el caso de cada alumno para poder programar las sesiones ajustadas a su problemática. Si vienes completamente sano es mejor, porque evitamos llegar a esas patologías, pero si no, intentamos mejorar la calidad de vida lo máximo posible.
¿Por qué éxito del pilates con el público?
Porque te hace sentirte mejor. Es una disciplina que te puede gustar o no, porque no es divertida en sí misma, como el aerobic, que es más de baile, más lúdico y dinámico. Quien viene a Pilates es porque de verdad quiere hacerlo. Para el que llega sin saber qué es hay dos opciones. Está quien se queda porque ve los beneficios que le va proporcionando a lo largo del tiempo, pero también hay quienes piensan que es para la relajación y el estiramiento y ven que en realidad es muy duro, porque es un trabajo de tonificación muscular y de reeducación postural y para eso hay que trabajar y esforzarse. Quien lo necesita de verdad se queda porque nota el beneficio que le está haciendo. Hay personas a las que le costaba muchísimo salir de la cama por las mañanas, bien porque tienen fibromialgia u otra patología que les impide un movimiento rápido en frío y con el paso del tiempo ven que llevan una vida prácticamente normal. Gracias a esto y a su interés, su esfuerzo y su constancia. Yo les doy las herramientas pero ellos tienen que utilizarlas. Si se involucran, van a ir a mejor seguro.
¿Cómo pasaste de dar clases a ser empresaria?
Fue hace muchísimo tiempo. Antes de tener Balance Estudio abrí otra empresa que se llamaba Artedance. Fue la primera sala multidisciplinar en Ceuta, porque lo que había eran los gimnasios tradicionales. Yo tenía otra mentalidad y quería otro sistema de trabajo y otra forma de relacionarme con mis alumnos, mucho más personal así que abrí una sala donde se daban varias disciplinas, todo con actividades dirigidas. No había ninguna sala de máquinas, era de tú a tú, intentando enseñar todo lo que pueda. Encontré un local al lado del casino militar y estuvimos bastantes años allí. Por circunstancias de la vida tuve que cerrar ese local y no encontraba otro y empecé a trabajar en el ICD (Instituto Ceutí de Deportes) y estuve ocho años en los que aprendí muchísimo porque, estés donde estés, siempre aprendes algo. Lo compaginé con varios gimnasios, clínicas de fisioterapia, etc., iba cogiendo experiencia por todos lados. En este mundo la experiencia y la formación es todo. Cuando tuve la oportunidad de coger este local y de volver a empezar por mí misma y así lo hice y aquí llevamos cuatro años ya.
Durante esta época habéis reducido las actividades a tres: crosstraining, bodysculpt y pilates en varias modalidades. ¿En qué se diferencian las tres disciplinas?
Quiero partir de que la mentalidad el mundo del deporte ha cambiado mucho de unos años para acá. Antes se hacía un deporte mucho más agresivo y ahora se va conociendo el deporte por y para la salud. Nosotros siempre trabajamos para la salud sea la disciplina que sea. Siempre cuidamos mucho al alumno, sea en grupo o individual. El pilates es movimiento con muchísimo control y fluidez. Es una disciplina regenerativa y todo que aprendes lo llevas a tu vida diaria. Enseñamos el patrón de movimiento y como luego ese patrón lo haces en tu vida cotidiana para sentarte, para coger una bolsa o levantarte de la cama, si has aprendido a hacerlo bien, todo va a ir mejor. El ‘bodysculpt’ es una fusión de varias disciplinas, como el aerobic, el ‘cardiobox’ y la tonificación con peso y sin él. Cada clase es completamente diferente pero siempre llevamos una programación de qué grupos musculares se van a trabajar en cada sesión. Son clases dinámicas y distintas en las que también se meten coreografías. El ‘crosstraining’ es un entrenamiento funcional, donde no hay coreografías. Se trabaja el cuerpo en base a un circuito de ejercicios basados también en la corrección postural donde puedes incluir peso o trabajar con el propio peso de tu cuerpo. Todas las disciplinas trabajan la tonificación muscular, el rendimiento cardiovascular etc. pero cada una lo hace de forma diferente y se programan de formas distintas.
Trabajas con premamás de forma personalizada. ¿Cuál es el enfoque para este tipo de alumnas?
Antes la embarazada se consideraba una enferma y es todo lo contrario. Estás embarazada y te tienes que cuidar más que nunca, pero cuidarse no es reposo como se decía antes, es cuidar tu cuerpo desde dentro hacia fuera. Siempre hacemos una entrevista previa para saber de cuánto tiempo está, en qué trimestre vamos a empezar a trabajar y si tiene alguna patología previa, pero nunca empezamos a trabajar con ellas antes de que su especialista les de permiso porque realmente es el ginecólogo el que hace un estudio exhaustivo para saber si esa mami puede hacer algún tipo de ejercicio físico o no y qué tipo de ejercicio. Si el ginecólogo da el visto bueno, empezamos a trabajar y, dependiendo del trimestre en el que esté, si ya era deportista y demás, se hace de una forma o de otra. Los tres primeros meses son los más peligrosos y hay que trabajar de forma muy pausada. En el segundo trimestre es cuando la mami está más fuerte y trabajamos más la musculatura profunda del abdomen para evitar que llegue a la diástasis abdominal, trabajamos la musculatura del tren inferior y superior, el tema cardiovascular… pero siempre de unos límites que cuiden a la madre y al bebé. En el tercer trimestre volvemos de nuevo a bajar el ritmo y preparamos el parto, caderas, respiración, el suelo pélvico, aunque el suelo pélvico hay que trabajarlo siempre, porque es un sostén de todo lo que tenemos dentro.
Empiezas siempre con alumno conociendo su estado de salud para poder programar las sesiones teniendo en cuenta lesiones o patologías. ¿Qué límites hay a lo que el deporte puede ayudar?
Es muy importante saber que los instructores llegamos hasta un punto y no debemos sobrepasarlo, porque podemos poner en peligro la salud del alumno. Tenemos que saber muy bien hasta dónde debemos llegar y no cometer locuras. Todo el que esté trabajando en este mundo debe saber que la formación es fundamental. Si yo no sé de algo, no lo toco. Yo ofrezco al alumnado todo lo que tengo. Intento dar lo mejor de mí en cada sesión y cuidar a los alumnos lo mejor que puedo, pero si llega un caso que yo no puedo manejar, lo derivo hacia otro profesional. Si en un punto no puedo ayudar a un alumno, lo voy guiando porque a veces no saben qué es mejor o hacia dónde de ir, ya sea un fisioterapeuta, un médico o incluso otros centros deportivos que sé que están preparados para esos casos.
¿Qué nos deja este año de pandemia en el deporte?
Ha habido controversia en el mundo del deporte porque nos catalogan como no esencial pero se ha visto que en la pandemia la gente en sus casas, aparte de cocinar, ha estado haciendo deporte. El deporte es movimiento y el movimiento es vida. Necesitas moverte para vivir. Si el deporte se cierra te quitan la mitad de tu vida. No hay más que ver las personas que son sedentarias como están a nivel de salud respecto a las que son deportistas, cada una dentro de su nivel y haciendo la actividad que le gusta y que le conviene a su cuerpo. Es muy importante saber que el deporte sí es esencial para vivir, sobre todo un buen deporte, en el que te dirijan bien y que veas un progreso. El deporte debe ser por y para la salud, aunque la estética va en paralelo, pero si nos centramos en la salud, todo irá mucho mejor.