Ante esta situación, en los últimos meses se vienen adoptando una serie de medidas por parte de la Delegación del Gobierno en Ceuta con el objetivo de regularizarlas, facilitando el tránsito de aquellas que cuentan con los correspondientes permisos de trabajo o residencia y trabajo frente a aquellas que cruzan la frontera para trabajar en situación irregular. Concretamente, en diciembre de 2018, era la Delegada del Gobierno la que indicaba que con la entrada en funcionamiento de la frontera inteligente habría que regularizar a las trabajadoras transfronterizas en un periodo máximo de tres meses.

Más allá de esta iniciativa de la Delegación del Gobierno, lo cierto es que tener personas extranjeras prestando servicios por cuenta ajena en nuestros domicilios conlleva una serie de obligaciones legales que conviene cumplir.

Ciertamente, el miedo no puede ser una herramienta de marketing. Sin embargo, es importante que cuando suscribimos un contrato, estemos debidamente informados de cuáles son nuestras obligaciones. En ese sentido, debemos ser conscientes de que su incumplimiento puede llevar aparejadas consecuencias jurídicas y económicas muy negativas. Por ejemplo, imaginemos que una de estas señoras tiene un accidente doméstico y acaba en el hospital declarando cómo y cuándo se dañó. En un supuesto como este, para empezar a hablar, corremos el riesgo de responsabilidad civil derivado del accidente, de una inspección de trabajo que derive en multas, de liquidaciones complementarias en materia de Seguridad Social con sus correspondientes recargos e intereses e incluso, al no haber documentado el pago del salario percibido, a una reclamación de cantidad.

Por eso, lo más aconsejable, aunque de entrada económicamente pueda parecer más costoso es tramitar cuanto antes la regularización de estas trabajadoras a fin de que, en caso de presentarse cualquier contingencia, la situación esté en regla y estemos jurídicamente protegidos.

Y aquí nos asaltan unas dudas que Luciano Buscemi, abogado laboralista, resuelve como especialista acreditado en la materia.

¿Qué debo hacer para regularizar a la señora de la limpieza?

Pedir un permiso de trabajo para empleados transfronterizo. El trámite consta de varias fases que deben realizarse en unos casos por el empleador y en otros por la empleada. Además, deben realizarse ante distintos organismos públicos españoles (Seguridad Social, SEPE, Área de Trabajo de la Delegación del Gobierno, etc.) y marroquíes. Unos trámites que para su realización exigen una cantidad importante de documentos cuya elaboración no siempre resulta accesible para cualquiera.

En ese sentido, lo más recomendable es ponerse en manos de un profesional que pueda dirigirnos y representarnos a lo largo de todo el proceso. Nosotros, gracias a la red de colaboradores con las que se relaciona este despacho, pedimos para empezar a trabajar la siguiente documentación:

1.De la empleada del hogar: el certificado de residencia en zona limítrofe y el certificado de antecedentes penales. Ambos documentos han de estar apostillados.

2.Del empleador: la tramitación de un apoderamiento digital tipo A. Para ello se debe contar con firma digital. Si no se cuenta con ella, no hay que asustarse, nosotros podemos gestionarle sin complicación alguna su obtención y además tramitarnos el correspondiente apoderamiento.

Posteriormente, el día de la presentación de la documentación necesitaremos dos fotos carné de la trabajadora y el pasaporte al completo.

¿Cuánto tiempo tarda en concederse la autorización?

Por ley, le plazo para resolver es de tres meses. Sin embargo, nuestra experiencia es que el Área de Extranjería de la Delegación del Gobierno en Ceuta resulta especialmente eficiente al respecto, siendo muy raro el agotamiento de este plazo máximo.

¿Qué tipo de contrato tengo que hacerle?

El contrato a suscribir ha de ser el de la relación especial de empleados del hogar y, siguiendo las instrucciones facilitadas por Extranjería, este ha de contar con una duración de un año y una jornada de entre 20 y 40 horas semanales.