El 4 de abril se conmemora el ‘Día internacional de los animales sin hogar’. Una fecha puesta en el calendario desde 1992 por la Sociedad Internacional de los Derechos de los Animales (ISAR). El objetivo de esta entidad al instaurar esta fecha fue la de velar por los derechos de los animales y denunciar el cada vez más creciente número de mascotas abandonadas.

Una cifra alarmante que se incrementa cuando llega el verano y es por ello que se optó por señalar otra fecha, el día de ayer, 26 de junio, y de manera específica, como ‘Día Mundial contra el abandono de animales’. Y es que son una gran cantidad el número de animales que no eran animales sin hogar, eran animales en una familia hasta que al no querer integrar al animal en las vacaciones familiares, se opta por dejarlo en una cuneta.

Desde hace muchos años resuena el famoso lema de ‘Él no lo haría’, y es cierto, pocas personas tienen la lealtad que presenta un animal. Sin embargo al llegar estas fechas muchos humanos deciden por dejar fuera de juego a quien le ha acompañado en los últimos meses. “Juguetes”, quizás, de Navidad, que pasado el tamaño de cachorro, son abandonados por las calles.

Las protectoras españolas recogieron 183.103 perros y 123.403 gatos solo durante el año 2019, según un estudio realizado por la Fundación Affinity. A estas cifras se le suma el gran número de abandonos de roedores, tortugas, pájaros y otras mascotas. Normalmente de tamaño pequeño.

Estos últimos días de junio, en los que que se acaban los colegios y muchas familias optan por marcharse de vacaciones o irse a la casa de la playa los más irresponsables optan por dejar atrás a ese hasta entonces miembro de la familia. Muchos acaban atropellados por los coches, mientras que otros mueren de hambre, de sed o de tristeza.

Por otro lado, el microchip obligatorio no aparece en un 77 % de los animales de compañía recogidos durante estos abandonos.

La llegada del verano no es la única razón del abandono. La que ocupa una de las primeras posiciones es que el animal tenga crías. Las camadas indeseadas suelen acabar en muchas ocasiones en contenedores de basura. En concreto, un 21 % de los abandonos responden a esta razón seguido de problemas de comportamiento (13,2 %) y el fin de la temporada de caza (11,6 %).

Una medida que ayudaría a frenar esta pandemia del abandono sería la de realizar campañas gratuitas de castración. Y es que la crisis económica por la que están atravesando muchas familias, agudizada por la pandemia, se está convirtiendo también en la razón por la que se opte por el abandono.

Se trata de un problema económico pero con especial relevancia de concienciación social. El Gobierno está realizando en los últimos meses muchas iniciativas para promover este respeto a los animales a través de leyes. Sin embargo aún queda mucho camino por recorrer.