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Imagen de la entrada masiva de personas inmigrantes en Ceuta desde Marruecos.

El 'fantasma' de la 'Marcha Verde' cubre como la niebla la ciudad de Ceuta

El 'fantasma' de la 'Marcha Verde' cubre como la niebla la ciudad de Ceuta

El ‘fantasma’ de la Marcha Verde ronda la cabeza de los ceutíes después de que al menos 8.000 personas entraran en Ceuta de manera ilegal en menos de 48 horas. Pero cómo fue ese suceso histórico. Lo recordamos. 

Lo que comenzó como una jornada ya 'normal' para Ceuta, un lunes con 80 entradas ilegales de personas inmigrantes a través de la frontera de Ceuta con Marruecos iba tiñéndose cada vez más de drama. A lo largo de la mañana ya eran 300 las personas que habían entrado en Ceuta por Beliones y por el Tarajal, de manera ilegal, ante la inacción de Gobierno marroquí que, literalmente, les estaba abriendo la puerta a España.

A las 17 de la tarde ya eran 1.000 personas. Entre ellas, 300 menores. Las imágenes eran abrumadoras: una fila interminable de personas circulaba desde Castillejos hacia el espigón, a la vez que en otros puntos del perímetro fronterizo las entradas no cesaban. La Delegación del Gobierno de Ceuta cerraba la jornada con la cifra de 2.700 personas; 700 de las cuales eran bebés, niños y adolescentes pues familias al completo habían realizado este peregrinaje.

En la mente de los ceutíes, que vivían atónitos como una ciudad de apenas 85.000 habitantes y 18 kilómetros cuadrados se había llenado de personas deambulando, el ‘fantasma’ de la Marcha Verde. Las similitudes eran obvias.

La cifra de entradas había ascendido en la siguiente jornada, el martes 18, a 5.000 personas, aunque el Gobierno central habló por primera vez de devoluciones asegurando que 2.700 personas ya habían sido devueltas. La llegada de la noche, con la visita a Ceuta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, coincidía con una nueva cifra: 8.000 personas habían entrado de manera ilegal en Ceuta. 4.000 de ellas ya habían sido devueltas.

¿Pero por qué la ‘Marcha verde’ eran dos palabras que se escuchaban por la ciudad? ¿Cuáles fueron las claves de aquel conflicto?

En octubre de 1975, el gobernador general del Sáhara Español, Federico Gómez de Salazar, recibió un sobre anónimo. Contenía cuatro plumas en su interior, símbolo universal de cobardía militar desde la publicación, a finales del siglo XIX, del que fuera gran 'bestseller' de su tiempo 'Las cuatro plumas', de A. E. W. Mason. Gómez Salazar era quien evacuaba los territorios españoles por orden de los políticos en plena agonía de la dictadura.

Cinco años antes, en 1970, la Organización de las Naciones Unidas había aprobado la Resolución 2711, que aprueba a su vez la celebración en el Sáhara de un referéndum de autodeterminación. España se negó a su celebración, pero desde 1973 la presión del recién fundado Frente Polisario, que luchaba por la independencia de la colonia, iba a más, y en 1974, el Gobierno español accedió.

Era 1975 iba a realizarse el Referendum, en plena dictadura franquista, pero fueron muchos los conflictos alrededor. Marruecos, abanderados por su rey, Hasán II, se opone a la consulta y pide al Tribunal Internacional de Justicia que se pronuncie. El proceso se paraliza. El rey ve amenazado su papel. Se anuncia la llamada ‘Marcha Verde’ el 28 de abril de 1975. El monarca contaba con el apoyo de Estados Unidos.

Avanza el conflicto y el rey Hasán II insta al pueblo marroquí a realizar una marcha “pacífica”, principalmente de niños y mujeres desarmados, para recuperar los territorios del Sáhara ocupados por España. A los civiles se le unieron 25.000 soldados de las fuerzas armadas del rey. Cruzan la frontera ordenados por su rey. Así que las fuerzas españolas optan por replegarse.

El Consejo de Seguridad pide a Marruecos que se retire inmediatamente del territorio y llama al diálogo. Es el rey español Juan Carlos de Borbón quien ya está como jefe de Estado, cuando España reitera su intención de descolonizar el Sahara. El 10 de diciembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba “el derecho inalienable de todas las poblaciones saharianas originarias del territorio a la libre determinación” y se pide a las partes “una consulta libre”. Finalmente, el 26 de febrero de 1976, el Gobierno español comunica que da por terminada definitivamente su presencia en el territorio.

Tras retirarse las fuerzas españolas, Marruecos ocupa la zona septentrional y oriental del territorio y Mauritania, la meridional. El Frente Polisario anuncia que continuará con las guerrillas. La situación sigue sin resolverse. 

El 'fantasma' de la 'Marcha Verde' cubre como la niebla la ciudad de Ceuta