Es esa necesidad humana de encontrar patrones y ponerle nombre a todo la que hizo que ya desde los primeros albores de nuestra especie, se conociera este fenómeno.

El término equinoccio tiene su origen en el latín, y su significado tiene relación con la duración del día y la noche pues significa “noche igual”.  Esta semana, el 20 de marzo a las 22:58, comienza el equinoccio de primavera. Esta primavera durará 92 días y 18 horas hasta finalizar el 21 de junio, cuando comenzará el verano, según datos del Observatorio Astronómico Nacional.

En nuestro país, la primavera trae asociada días cada vez más largos. Se estima que, en esta estación, el Sol sale cada día un minuto más temprano que el día anterior y por la tarde se pone un minuto después.

Asociado al comienzo de la primavera, y como es habitual, la hora se cambia el último domingo de marzo (31 de marzo), adelantando una hora nuestros relojes. Así, a las dos de la madrugada el reloj deberá ser adelantado hasta las tres. Puede ser, que este próximo 31 de marzo sea la última vez que cambiemos la hora pues la Comisión Europea ha presentado una propuesta para poner fin a estos cambios durante este 2019.

Si se es aficionado a los fenómenos astrológicos, para esta primavera no se presenta ningún tipo de eclipse, solo podrán observarse los planetas Venus, Saturno y Júpiter. Sí tendrán lugar dos lluvias de meteoros, las líridas con un máximo el 22 de abril y las acuáridas, cuyo momento álgido será el 6 de mayo.