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¡Bienvenido, otoño!
Es una estación amada y odiada casi a partes iguales, si bien es el comienzo del nuevo ciclo escolar e implica la vuelta a la rutina también su romanticismo y el color con el que tiñe nuestras calles hace que sea apreciada y que nos embriague con una paz merecida después de un intenso verano.
Durante la primaria aprendimos que el otoño comienza en el hemisferio norte del planeta el 21 de septiembre. Sin embargo, este año 2019 ha comenzado hoy, 23 de septiembre, a las 09:50 de la mañana, según el Observatorio Astronómico Nacional. ¿Acaso nos engañaron?
El comienzo de una estación no es algo fijo e inamovible, sino que oscila entre un pequeño rango. En este caso, el otoño puede comenzar entre los días 21 y 24 de septiembre consecuencia de la órbita que nuestro planeta realiza alrededor del Sol. Durante el equinoccio otoñal el día y la noche muestran casi la misma duración.
Se prevé que esta estación se prolongará hasta el próximo 22 de diciembre a las 05:19 horas de la madrugada, cuando se dará la noche más larga del año.
A partir de hoy, podremos notar de forma más intensa como los días poco a poco comienzan a ser más cortos. Para ser exactos perderemos 3 minutos de luz cada día que avance. Para intentar contrarrestar este hecho, el próximo 27 de octubre tendremos que atrasar el reloj una hora. Esta práctica, tan arraigada ya en nuestro calendario, podría tener los días contados. El Parlamento Europeo se plantea eliminarla a partir del año 2021.
Como ocurre con el cambio primaveral, algunas personas pueden sentir cierto trastorno emocional y sentirse deprimidas. Menos horas de luz pueden afectar nuestro estado de ánimo y nuestro ritmo circadiano. Ahora, muchos experimentan una mayor necesidad de dormir y comer que desemboca en un aumento de peso, que para muchos especialistas es una reminiscencia evolutiva similar a la hibernación.