Numerosas asociaciones prolactancia han surgido en los últimos años, reivindicando el papel tan esencial que cumple tanto en la vida de la madre como la del bebé. En nuestra ciudad, nació hace poco LactaCeuta, una asociación que busca educar a madres y padres en las ventajas de esta alimentación.

Es sin duda, la leche materna, el mejor alimento para los primeros meses de la vida. Contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del bebé, pero no solo eso. Todos los anticuerpos que la madre ha podido producir a lo largo de su vida pasan al recién nacido, siendo el primer sistema inmunológico que tendrá. Otros estudios han demostrado como alimentar a un bebé con leche materna favorece su desarrollo intelectual y es un factor en contra de la obesidad.

En los primeros días, lo que se produce es lo que se denomina calostro. Este líquido es rico en proteínas, tanto las que van a funcionar como nutrientes como los anticuerpos necesarios. Estos anticuerpos pasan de la madre al bebé en forma de inmunoglobulinas A, capaces de unirse a las mucosas de intestinos, nariz o garganta del pequeño y protegerlo de todos los microorganismos nuevos que van poco a poco a colonizar su organismo. Estos anticuerpos que recibe no solo lo van a proteger de la invasión de agentes patógenos, también va a estimular el desarrollo de su propio sistema inmune.

Este calostro también ayuda a hacer las primeras digestiones del bebé, al ser más fácil de digerir que la leche posterior.

En cuanto a la leche, proporciona los nutrientes necesarios en la proporción que demanda el recién nacido y a la temperatura adecuada. Ha sido demostrado que reduce la predisposición a sufrir enfermedades del aparato respiratorio. Además, reduce la incidencia de las alergias. Según La Liga de la Leche, la razón de esto es que la leche materna evitar que el bebé se exponga a alérgenos en los primeros meses de vida y que el calostro, al proteger las mucosas, impide la entrada de estos alérgenos en el organismo del recién nacido.

En cuanto al desarrollo motor y del habla también es un factor positivo. La succión contribuye al correcto desarrollo de la mandíbula, la succión a la tetina de los biberones no termina de asemejarse al movimiento que debe realizar para alimentarse del pecho materno. El correcto desarrollo de la musculatura y huesos orofaciales previene las alteraciones del lenguaje y el habla.

Sin duda, son todo ventajas para el bebé. Es por ello que a menos que un facultativo médico indique lo contrario, se dé el pecho a los recién nacidos. Es una clara inversión en su futura vida.