No se trata de numerología, la práctica que atribuye propiedades a los números. Este conjunto de creencias y tradiciones pretende establecer una relación mística entre los números, la personalidad de cada uno o el propio destino. En la actualidad, se encuentra relegada al carácter de pseudociencia, habiéndose demostrado la falta de evidencias que sostengan sus afirmaciones.

Durante las primeras etapas escolares se enseña que son los números naturales, los números reales, los perfectos… pero no nos hablan de los números felices. Y, es 2019, un número que aparece en este grupo.

Se entiende que un número es feliz cuando al sumar los cuadros de sus dígitos, y el cuadrado de los obtenidos en el resultado, y el cuadrado de los siguientes… se obtiene como resultado final, al llegar a un solo dígito, el número 1.

No es 2019 el único número feliz que hemos tenido en las últimas décadas. 2008 y 1992 también lo fueron. El siguiente que se espera lo tendremos en 13 años, será el 2026.

Si 2019 será un buen año no lo podemos saber,  aunque existan tradiciones milenarias que ya han hecho sus apuestas para este presente año. Este año, cobró mucha fama en las redes sociales “La lista de la suerte japonesa”, esta lista basada también en números ordenaba cada uno de los días del año según su suerte de forma decreciente. Aquellos días que otorgarían más suerte a los nacidos en tal fecha aparecen en las primeras posiciones. El número uno recae en los nacidos el 1 de abril, mientras que en la cola encontramos el 1 de junio.

Para saber cómo será este 2019, y la felicidad que nos depara solo debemos dejar transcurrir los días, dejar que la historia se escriba.