Pero, seamos sinceros, ¿acaso no hay musulmanes, cristianos, hindúes y hebreos en cualquier ciudad del mundo?. Se proclama allí donde vamos que en Ceuta tenemos mezquita, iglesia, sinagoga, templo hindú... ¿y? También en Madrid, Sevilla, Londres, Roma y prácticamente donde vayas.

Quizás seguimos anclados en un pasado que nos lastra para poder avanzar. Quizás ha llegado el momento de soltar amarras y abrir la mente al resto de un mundo que nos adelantó por la derecha hace muchos años y no nos queremos dar cuenta.

Vender que aquí puedes tomarte un té moruno, es vender nada, porque puedes hacer lo mismo en el Raval de Barcelona e incluso disfrutar de la magnífica cocina árabe sin moverte de Las Ramblas.

Nuestras singularidades han dejado de serlo o, mejor dicho, han cambiado y debemos darnos cuenta o seguiremos con nuestros ya típicos palos de ciego una década tras otra, dejando que pasen los trenes de la oportunidad que, tal vez por miedo a dar pasos al frente y dejar de ser una aldea social, dejamos pasar.

Hoy comienza el "Año Nuevo chino", una comunidad que podría ser la quinta o incluso la sexta de esta bendita tierra al sur del sur. Felicidades, vecinos, sentimos mucho no haber puesto luces en la fachada del mercado central, también tenéis derecho a ello.