La coalición conformada por PSOE y Unidas Podemos ha logrado llevar a buen puerto uno de los puntos más sonados de su acuerdo programático: la subida del salario mínimo interprofesional. Este hecho, tal y como aseguran los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo, afectará, a más de dos millones de empleados, teniendo que situar la lupa en las consecuencias que tendrá sobre aquellos trabajadores a tiempo parcial.

El debate generado en torno a la subida del SMI había venido siendo una de los temas más recurrentes de la vida política española junto a la derogación de la reforma laboral del 2012 –cuya supresión ahora queda puesta en entredicho debido a los puntos de vista encontrados que presentan los socios de gobierno–. En los últimos años, el sueldo mínimo se ha visto incrementado en 100 euros tras la subida inicial del pasado 2019, ascenso que el Partido Popular criticó severamente y contra el que presentó una enmienda que posteriormente sería rechazada en el Congreso de los Diputados. A pesar de este nuevo aumento, fruto del acuerdo realizado entre la patronal y los sindicatos, con él apenas se logra devolver a las familias españolas la capacidad adquisitiva que detentaban en el período precrisis. No obstante, ciertos sectores de la rama industrial han expresado su descontento con la medida emprendida. Si bien los empresarios y demás representados por la CEOE y CEPYME no han suscrito la subida, el presidente del Círculo de Empresarios, John de Zulueta estimó que el polémico aumento entorpecerá notablemente el descenso de las cifras del paro.

Del mismo modo, se estima que más del 50% de los miembros de la Asociación de Trabajadores Autónomos se muestran tajantemente en contra de la subida de salario. En lo que a la confrontación política directa se refiere, los populares han llevado a cabo una reunión este lunes 27 de enero en la sede de Génova para exponer frente a algunos de los principales líderes sindicales del país los entresijos del plan económico propuesto por el PP. Así mismo Pablo Casado, secretario general de la formación de centroderecha ha dejado más que clara su intención de encarnar la férrea oposición contra el tándem progresista y, por otro lado, "evitar que el gobierno de Sánchez arruine a España”.