Cuentan que no quería celebrar por todo lo alto, como así sugería el personal de protocolo de la Corona Británica, su centenario; que no le hacía mucha gracia tener una gran fiesta de cumpleaños por sus cien años. Y finalmente, ironías de la vida, no llegará ese momento. El rey consorte, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, marido de la reina de Inglaterra, Isabel II, ha fallecido este viernes, 9 de abril, a los 99 años de edad.  

Con una imagen en blanco y negro de un monarca sonriente, la Casa Real Británica anunciaba a través de sus redes sociales la noticia: “It is with deep sorrow that Her Majesty The Queen has announced the death of her beloved husband, His Royal Highness The Prince Philip, Duke of Edinburgh. His Royal Highness passed away peacefully this morning at Windsor Castle”. “Con profundo pesar, Su Majestad la Reina ha anunciado la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. Su Alteza Real falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor”.

Tras el anuncio, la Casa Real ya ha avisado de que informará en breve de los pasos a seguir y de las ceremonias que se programen, mientras está inactiva su web para realizar los cambios oportunos.

El monarca llevaba varios días indispuesto, y aunque en principio su estado no parecía ser grave, acababa de ser ingresado y operado de una cirugía cardíaca, tras la que fue dado de alta el pasado 16 de marzo. Un ingreso que había acelerado lo que ya parecía la crónica de una muerte anunciada. Se apaga así el latido del que se convirtió en luz y sombra de la soberana que lleva más años a la cabeza de la Corona Británica. Deja un vacío en el corazón de Lilibeth, un hombre rebelde en sus funciones de marido consorte y en su vida, al que le gustaba retar a la gravedad pilotando aviones hasta los 76 años o conducir a lo "cabritilla" hasta que el año pasado "la lió parda"... Parte el navío de aquel marinero que un día atracó en el Palacio de Buckingham para "hincharse" por activa y por pasiva de destapar placas commemorativas como solía bromear él: "Aquí viene la persona con más experiencia en inaugurar placas commemorativas del mundo", bromeaba. 

Aunque aún no se ha anunciado el plan de acción que ahora llevará a cabo la Corona sí que se sabe que no habrá funeral de Estado. En cualquier caso, y a falta de posibles cambios, su plan de funeral está planificado al detalle desde hace mucho tiempo, las banderas ya ondean a media asta y habrá duelo nacional hasta que se celebre el funeral.

Un funeral que será privado porque aunque podría ser de Estado pues ha estado más de setenta años casado con la Reina Isabel II, fue el propio monarca quien demandó ser enterrado al estilo militar en un funeral privado que se celebrará en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. "Cuando llegue mi hora no quiero un funeral de Estado, prefiero un entierro más modesto, acorde con lo que soy, solo un viejo cascarrabias", había pedido. Del mismo modo había solicitado entre sus últimas voluntades ser enterrado en Frogmore Gardens, donde yacen los restos de la reina Victoria y el príncipe Alberto. 

Felipe de Edimburgo, figura a la que nos acercó más la premiada serie 'The Crown', había nacido en la la isla griega de Corfú como príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, fruto del matrimonio del príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca y de la Princesa Alicia de Battenberg.

Sirvió a la Real Marina británica durante la Segunda Guerra Mundial. Tropa a la que pasaría revista por última vez en el verano de 2017, en un acto que supuso el cierre de sus ccompromisos oficiales y el inicio de su jubilación. Llevaba desde el 2 de marzo de 1948 representando a la Corona Británica en actos oficiales. El Reino Unido está de luto. God save the Queen.