QRÓNICA DE CINE
Las distintas caras de Mujercitas
La historia de las hermanas March cuenta en su haber con más de 8 adaptaciones dentro del medio audiovisual.
El origen de Mujercitas –Little Women por su título original en inglés– se remonta a una petición del escritor norteamericano A.B. Alcott a su hija, la también autora Louisa May Alcott.
Corría 1868 cuando fue publicada aquella historia de 4 hermanas que lograron trastocar por completo el paradigma de comportamiento femenino, abriendo la una brecha en aquellos tradicionales preceptos que afirmaban que el fin último de la mujer era el matrimonio y, a través de él, su vida alcanzaría un pleno significado.
Irónicamente, el objetivo principal de aquel libro era, tal y como Alcott padre encomendó a su hija, azuzar la actitud servil del género femenino.
Desde que fuera distribuida entre el público de la época, la influencia de la obra ha ido creciendo exponencialmente dentro del imaginario cultural, dando ya no sólo motivos fehacientes a generaciones enteras de mujeres para buscar su propio camino a la felicidad, sino también ofertando un excelente material literario que, posteriormente, contaría con una multitud de adaptaciones cinematográficas.
Dentro de este terreno, destacaría la versión dirigida por el reputado cineasta George Cukor en 1933, protagonizada por una deslumbrante Katherine Hepburn en el papel de Jo March así como Joan Bennet en el rol de su hermana Amy. El film llegó a ser nominado a un premio de la Academia dada su excelente calidad técnica y artística.
16 años más tarde saldría a la luz una nueva cinta de Mujercitas realizada por Mervin LeRoy –conocido por su gran labor como productor dentro del Hollywood de los años 40–.
En este caso, la hija mediana de los March sería interpretada por June Allyson, con actrices de la talla de Janet Leigh y Elisabeth Taylor completando un reparto coral.
Asimismo, es digna de mención la versión de Gillian Armstrong del año 1994, donde un elenco conformado por Susan Sarandom, Wynona Ryder y Claire Danes lograría dotar de vida propia a un metraje que ya de por sí reunía los ingredientes necesarios para ser considerado excelso.
Llegó en el año 2019, después del 180º aniversario de la novela de Alcott, una nueva revisión del clásico en la que, aun volviendo a tomar como punto de partida la misma historia que sus predecesoras, rompe con cualquier posible atisbo de monotonía a través de un montaje lleno de dinamismo, basado en flashbacks continuos que alternan entre la infancia de nuestras protagonistas y su situación presente.
Greta Gergiw a cargo de la dirección y Saoirse Ronan, Emma Watson y la gran Meryl Streep marcando el rumbo de la obra a través de su carisma innato dan como resultado un coctel explosivo que hará las delicias tanto de los nuevos espectadores como aquellos que se asoman a la gran pantalla por influencia directa de esta inmortal obra.
A pesar de las grandes diferencias temporales y de interpretación entre las distintas adaptaciones, todas y cada una de ellas salvaguardan la idea que su autora quiso recoger en aquella novela, y es el sueño de que cada mujer fuera dueña última de su destino.