El cine y la televisión han ampliado fronteras mentales en los últimos años y cada vez es más frecuente encontrar representadas otras realidades. La ficción no es otra cosa que el reflejo de una aspiración social pero no siempre hemos encontrado en los productos culturales hueco para la sociedad diversa.

El cine de temática gay o aquel en el que aparecen personajes homosexuales comenzó a crecer hace unos años pero se quedó prácticamente relegado al colectivo masculino. Con los años fueron entrando en el mercado películas que también reflejaban la realidad de la mujer lesbiana.

La película francesa ‘La vida de Adele’, en el año 2013, fue una de las primeras películas en hablar abiertamente de la realidad sexual femenina entre mujeres. Después se sumaron otras películas que ya no solo aportaban la vida sexual sino el complejo mundo femenino abordado desde perspectivas diferentes.

Con la sociedad sucede lo mismo. Cada 28 de junio se reivindica el hasta hace unos años llamado Orgullo Gay. Pero el resto de integrantes del colectivo ha ido reivindicando su espacio y el Orgullo pasó a ser primero Orgullo LGTB, agrupando a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. Para después incluir también las iniciales de Q e I, relativas a queer e intersexuales. Por último se ha añadido el símbolo de +, en representación a que el amor y la sexualidad abarcan todas las maneras posibles: tantas formas de amar y desear como personas somos.

El cine, poco a poco, va también encaminado a incluir entre sus producciones todas estas realidades. Lawrence Anyways, una película dirigida por Xavier Dolan, en 2012, fue un buen acercamiento a la realidad transexual desde un punto de vista digno y no estereotipado. Cuenta la historia de un profesor de literatura que vive un apasionado romance con otro hombre, al que un día le reconoce que se siente como una mujer atrapada en un cuerpo de hombre.

En televisión, en España, la serie ‘Veneno’ puso muchas ies sobre sus puntos, relatando la vida de Cristina Ortiz, ‘La Veneno’. La serie, creada por Javier Calvo y Javier Ambrossi, cosechó muy buenas críticas. Mientras, a nivel internacional, la serie ‘Historias de San Francisco’ es un ejemplo maravilloso de diversidad. Una de las producciones más completas a la hora de desarrollar los tan diversos tipos de sexualidad. La serie, de 2019, retrata en una sola temporada a todo tipo de personajes y en las relaciones más variopintas.

Si en el año 2004 (y hasta 2009, que se mantuvo en pantalla), la serie The L World “sacó del armario” a muchas mujeres, dándole a la ficción la serie y la visibilidad que necesitaba, su secuela, The L World Generación Q ha sabido adaptarse a los tiempos. Se estrenó en 2019 y apostó con éxito por dar cabida a nuevas realidades.

Nuevas porque por fin las estamos aceptando y porque la sociedad comienza a considerar lo no normativo dentro de sus cánones. Pero como nuevo describimos lo que desde los griegos ya existía: la necesidad y la exigible libertad de amar a quien queramos y encontrar, también en la ficción, a esos personajes con los que sentirnos reflejados.