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La sonrisa de las mujeres de ACMUMA es de color rosa

La sonrisa de las mujeres de ACMUMA es de color rosa

Para conocer a fondo la Asociación Ceutí de Mujeres Mastectomizadas (ACMUMA), hablamos con Isabel Lagares, una ceutí de 51 años que además de ser administrativa es la secretaria de dicha asociación.

ACMUMA nace hace 24 años, en 1995, cuando un grupo de varias mujeres ceutíes que habían pasado por el duro cáncer de mama se unen para compartir la experiencia y sobre todo para ayudar a otras mujeres que se encontrase en la misma situación. De este gesto espontáneo nace una asociación que ayuda, apoya y acompaña durante la enfermedad.

Una de las principales finalidades de la asociación es la de poner en contacto a mujeres en la misma situación con el fin de que puedan prestarse ayuda mutua. Además, toda mujer que padezca de alguna tumoración mamaria, encuentre el apoyo que necesita a través del testimonio personal de las asociadas para poder sobrellevar y superar mejor el trauma que esta enfermedad supone.

Además, en esta asociación pueden encontrar información sobre temas de diversa índole como sanitarios, culturales, laborales…; de igual forma, bajo el nombre de la asociación acuden a foros locales y nacionales, conferencias, jornadas o asambleas de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA).

A quienes han sido sometidas a una intervención de cáncer de mama, les enseñan ejercicios de rehabilitación para evitar la linfedema de brazo, patología que se produce cuando el sistema linfático no es capaz de drenar la linfa correctamente y se ocasiona una acumulación de líquido en los tejidos blandos. Complementando a esto se ofertan actividades como la natación, el yoga o pilates, que no solo ayudan a mantener un cuerpo más sano y físicamente activo, sino que suponen en muchas ocasiones una buena terapia psicológica. Todo esto se complementa con información en cuanto a prótesis, cuidados especiales tras la operación, que ropa interior es más apropiada tras la operación y atención psicológica y de fisioterapia.

No solo atienden a quienes han padecido o padecen de cáncer de mama, también ofrecen a mujeres de toda la ciudad un servicio para que aprendan a realizarse autoexploraciones con el fin de detectar un posible tumor.

Todas las socias participan de forma voluntaria, pero además en ella se encuentran diferentes profesionales como una fisioterapeuta y una psicóloga. Se complementa con el Club Natación Caballa, Centro Global 2 o Vero Sport, donde las socias pueden realizar las actividades.

Dado el amplio recorrido de la asociación el valor y el peso de su labor, reciben desde la Consejería de Sanidad una subvención nominativa. Además, la ya conocida Carrera de la Mujer cuenta con el apoyo del Instituto Ceutí de Deporte y del Centro Asesor de la Mujer. Ellas también colaboran con otras entidades de la ciudad como centros escolares, asociaciones o institutos donde dan charlas sobre el cáncer de mama y la prevención del mismo. Y no solo para la ciudad, colaboran con la Universidad Carlos III en Salamanca, a la cual envían todo lo recaudado el 19 de octubre (Día Internacional del Cáncer de Mama).

Podemos encontrar a ACMUMA en el Mercado Central, accediendo desde la calle Teniente Olmo nº2, 2º planta local 8.

Importancia de la detección precoz.

La detección precoz en cualquier tipo de cáncer es fundamental y ayuda mucho en el posterior tratamiento de la enfermedad. Si este es detectado en los primeros momentos, el éxito de la curación resulta más elevado, y probablemente éste no se encuentre aún en un estadio agresivo.

La autoexploación es un método que puede poner en alera a cualquier mujer. Nadie mejor que nosotras mismas va a poder detectar la más mínima alteración en la mama, desde un bulto, hasta alguna secreción a través del pezón, el enrojecimiento o la descamación del pecho. Cualquier mínimo indicio basta para acudir al médico de cabeza que valorará si es necesaria un estudio más específico como la mamografía.

Toda mujer, con más de 45 años, debe someterse de manera periódica (cada dos años) a una mamografía. A partir de los 50 años, y especialmente después de la menopausia, se recomienda la prueba visual, pues en ocasiones los síntomas que manifiesta la enfermedad tardan más en aparecer.

La sonrisa de las mujeres de ACMUMA es de color rosa