Piragüistas remando contra la dejadez y la burocracia

Piragüistas remando contra la dejadez y la burocracia

El piragüismo es deporte que más medallas ha aportado al panorama deportivo de la ciudad pero tiene cada vez más dificultades para mantener la tradición. La reducción de horarios de acceso al pantano del Renegado para entrenar ya provocó que deportistas de alta competición, como Isa Contreras, se marchasen de la ciudad para poder continuar su calendario de entrenamiento.

Luis Castillo empezó a remar en 1971 y desde entonces hasta marzo ha salido con su piragua casi a diario. Sus más de 20 medallas internacionales se unen a las de su hijo Luis Manuel Castillo, que obtuvo dos oros y una plata en el Campeonato del Mundo Masters de piragüismo en 2018, entre otras.

 

Los dos han hecho visibles las dificultades que encuentran para volver al agua desde que se reanudaron las actividades deportivas tras el confinamiento y, junto con su compañero Antonio Román, quien también lleva remando desde 1993 en el pantano, reclaman una solución.  

 

Lleváis remando en en el pantano desde hace décadas. ¿Podéis explicar qué situación os habéis encontrado desde junio?

Antonio Román: Somos palistas que llevamos remando prácticamente  toda la vida. Con la pandemia, cuando estuvimos todos confinados, nadie pudo hacer deporte. Hasta el mes de junio no se reanudaron las actividades deportivas para federados. Todos los deportes han vuelto, incluido en piragüismo, pero un grupo de 10 o 15 piragüistas que somos, no se nos permite remar en el pantano. Hace más de siete meses que hicimos el escrito que solicitaron y que estamos esperando respuesta para que nos dejen remar en el pantano, donde llevamos remando toda la vida.

 

Cuando se reanudó la actividad deportiva, ¿se pidieron documentos que antes no se solicitaban?

Luis Castillo hijo: Durante el confinamiento al club Los Delfines les informaron que tenían que hacer un trámite para reanudar su actividad. Nosotros preguntamos por activa y por pasiva al responsable de la Confederación Hidrográfica en Ceuta si iba a hacer falta algún documento para volver y nos dijeron que no nos preocupáramos, que nos avisarían con tiempo si hacía falta. Fuimos a hablar de nuevo y nos dijeron que no hacía falta nada, hasta que nos enteramos que al lunes siguiente se reanudaba la actividad de Los Delfines en el pantano.  Volvimos a preguntar qué teníamos que presentar y nos dijeron que hacía falta una solicitud y una declaración de responsabilidad de la práctica deportiva para navegación.  Mandamos los papeles a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que es la que gestiona el pantano aquí en Ceuta, a través de la Delegación de Gobierno.

 

Esta solicitud se presentó el 29 de junio. ¿Qué respuesta habéis recibido?

Estamos a febrero y no hemos recibido ninguna respuesta. La última contestación que me dieron en diciembre, por correo electrónico, fue que la ingeniera encargada de realizar el informe no puede desplazarse a Ceuta por las limitaciones del Covid-19, aunque todo el mundo sabe que por motivos laborales puedes viajar a cualquier parte de España.

 

Antonio Román: Aparte de que no nos dejen remar, es que o nos dejan ni acceder a nuestras instalaciones. Ya no es solo poner las piraguas en el agua, es que no podemos acceder al club para poder hacer pesas o cualquier cosa. No podemos hace nada.

 

Luis Castillo padre: De hecho yo llegué un día con mi coche, porque yo estaba autorizado a entrar con mi vehículo, y mientras montaba la baca especial que tenemos para transportar los barcos vino el vigilante de seguridad para decirme que no podía estar allí. Habló con el encargado y me autorizó, pero cada vez que voy a mi instalación a hacer algo tengo que solicitar permiso de nuevo, cuando allí está entrando mucha gente.

 

¿Qué consecuencias está teniendo esta situación para vosotros?

Antonio: Está siendo muy duro. No somos niños. Se fomenta en los colegios el deporte y a un grupo de personas que queremos hacer deporte como llevamos toda la vida, se nos coarta nuestro derecho a la práctica deportiva, simplemente porque llevan siete meses sin contestar un escrito. Ya está incluso fuera de plazo la respuesta. Hay ahí un silencio administrativo que a ver por dónde lo vamos a coger.

 

La mayoría de quienes no tenéis acceso al pantano estáis federados en Andalucía. ¿La Federación Andaluza ha tenido contacto con la Confederación Hidrográfica para obtener alguna respuesta?

Luis Castillo hijo: La Federación Andaluza, a la que pertenecemos, se ha puesto en contacto con ellos tras saber nuestra situación. En septiembre les dijeron que no habían recibido nuestra solicitud. Cuando me lo dijeron, yo reenvié el acuse de recibo de la Delegación de Gobierno de que todo había llegado correctamente. No he vuelto a recibir respuesta salvo el email en diciembre.

 

Antonio Román: Hemos hecho todos los trámites legales que hay que hacer. Solo nos queda echar las piraguas al agua  y que un vigilante nos eche. Así un día y otro día hasta que alguien se canse de nosotros. Mi hijo me pregunta si ya no hago piragüismo. Yo qué le digo, cómo se lo cuento.

 

Luis Castillo padre:  Me imagino que al final alguien llamará a la ingeniera y le dirá “Mira, que esta gente se presentan aquí todos los días”. No queremos alterar el orden ni nada. Yo llevaba dos años llevando a mis nietos en verano a practicar. Ya no puedo.

 

En los últimos años se han ido limitando o prohibiendo el acceso a los pantanos de Ceuta.  ¿Es esto un paso más?

Luis Castillo hijo: Eso lo hemos comentado también en otros medios porque nos extraña que, con la tradición de deporte que hay en Ceuta tanto de senderismo como de ciclismo, nunca se haya liado nada por el cierre de los pantanos. Cerraron primero el pequeño para unas obras que no han empezado ni se van a hacer.

 

Antonio: Eran espacios naturales en los que disfrutábamos las familias los fines de semana y que ya no se puede. Ya sería la ciudadanía que tendría que movilizarse. Correr se puede correr por otros sitios, pero remar no. Es un agravio comparativo a nuestro deporte.

 

Hasta la temporada pasada participabais en competiciones. ¿Cómo veis ahora el futuro deportivo?

Luis Castillo hijo: Nada, es imposible. En verano nos hemos defendido porque como se podía viajar íbamos a Algeciras y entrenábamos en el río Palmones. Algunos me preguntan si en la playa podemos entrenar. Son deportes diferentes, es como hacer ciclismo de carretera y te vas a entrenar ciclismo de montaña. Puedes ir un día para cambiar la rutina pero si quieres competir en carretera, tienes que entrenar en carretera.  La técnica es diferente. También nuestras piraguas son estrechas y el equilibrio es fundamental. Ahora de cero como llevamos varios meses no podemos ir a una competición.

 

LC padre: Mi hijo y yo solemos ir a campeonatos mundiales que estén cerca. El hermano de Antonio también. La última medalla que conseguí fue un bronce en K-4.  Como yo hay otros que han estado en mundiales aunque no nos dediquemos profesionalmente porque no vivimos de ello, pero semiprofesionalmente sí damos todo.

 

Por motivos de sostenibilidad, los pantanos tienen cupos de participación. ¿Puede ser la limitación que se está estudiando para permitiros el acceso?

 Luis Castillo hijo: Hay cupos pero somos diez palistas. Solemos ir por la mañana, cuando no va nadie, porque los niños del otro club van por la tarde. Tampoco vamos todos a la vez. Coincidimos cuatro cinco como mucho. Con la escuela del ICD van todos los niños a la vez y no hay nada malo en ello. Es lo que queremos, que se permita remar.

 

Antonio Román: Con el paso del tiempo se ha ido coartando la libertad horaria poco a poco para todo el mundo. Antes eran 12 horas, luego quitaron los fines de semana, luego por la mañana temprano tampoco se podía ir. A  nosotros ya nos la han quitado del todo.

 

Luis Castillo padre: Han ido comiendo terreno. Si pudieran echar a todos lo harían, pero Los Delfines tienen  allí unas instalaciones físicas.  A nosotros nos dijeron que nos podían quitar los contenedores que tenemos autorizados por el anterior director de la Confederación. Nos parece bien que se pida una autorización para remar, pero que den los tiempos para tramitarla y los cumplan.

 

 

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