En cambio, cuando Desirée decidió que quería una de esas tartas para su 30 cumpleaños y no supo dónde encontrarla, compró los ingredientes y se puso manos a la obra. Así empezaron ocho años de repostería creativa que dieron evolucionaron hacia un enfoque más saludable durante el confinamiento. Ahora Desirée Pérez Pozo prepara con ilusión la publicación de un libro de recetas de postres sanos para chuparse los dedos.

¿Habías cocinado mucho antes de lanzarte a hacer tu tarta de cumpleaños?

No, antes de eso no había tenido ninguna relación con la cocina, no había hecho ni galletas. ¡Imagínate cómo me salió la primera tarta! Poco a poco mejoré y mi hermana me pidió una tarta de cumpleaños para su hija, su marido… Iba a ser una cosa familiar pero se fue de las manos y ya eran los amigos y los amigos de los amigos. Y han sido 8 años haciendo repostería creativa.

¡Empezaste por lo más difícil!

Sí, pasé de no hacer nada a querer hacer lo más difícil, la repostería creativa. Es un mundo muy extenso, donde aprendes muchísimo. Hay que aprender cómo se hace cada cosa y tienes que comprar mil utensilios. Es una afición muy bonita pero muy cara y muy laboriosa. Tuve que hacer cursos, informarme y mejorar porque ya no era sólo mi tarta, eran las tartas de todos los cumpleaños.

¿Lo convertiste en profesión en algún momento?­

Siempre he estado trabajando como administrativa pero por temas laborales me redujeron jornada. En ese momento tenía mucho tiempo libre y tuve una pequeña empresa, que era una forma de sacar un dinerillo. Con el tiempo me volvieron a subir la jornada y ya entonces entre la casa, el trabajo y mi hija no podía estar todo el tiempo metida en la cocina porque ya no hablamos de una tarta a la semana sino de seis, siete u ocho tartas semanales. Aunque no tardase un día entero en hacerla como al principio, pero le estaba quitando tiempo a mi familia.

Has pasado de la repostería creativa a la repostería saludable, ¿cómo ha sido ese giro de 180 grados?

Pasé de endulzar a tope, porque el fondant es pasta de azúcar, los bizcochos con de azúcar y mantequilla, el azúcar glass… a buscar alternativas saludables. En marzo ya había pensado en dejar un poco la repostería porque me quitaba mucho tiempo y necesitaba hacer un descanso. El descanso llegó con el confinamiento pero había que matar el tiempo de alguna forma y un día decidí hacer unas galletas. Como estaba harta de hacer las típicas de mantequilla empecé a mirar por la cocina a ver qué tenía y vi que había avena y otras cosas que podía utilizar y me propuse hacer unas galletas saludables. Empecé con eso y a partir de ahí mi prima me llamó y me dijo que había una chica en Instagram con el nombre @petit_fit que hacía cosas saludables muy chulas. Empecé a seguirla, a hablar con ella y me lancé a hacer donuts, bollicao, etc… pero todo saludable. Al estar encerrada en casa, la repostería saludable fue mi salida para llenar el tiempo. Hablar con @petit_fit fue lo que me devolvió las ganas de hacer repostería de otro tipo. Compré su libro y me lo trajeron. Después me escribió otra chica en Instagram sobre retos de había de postres y me animé a hacerlo. También me metí en la comunidad internacional gastronómica y de hostelería @entrecomandas. Allí hay aficionados y profesionales que te ayudan y me fui animando cada vez más.

Te has animado tanto que vas a sacar un libro de postres saludables. ¿Cómo surgió la idea?

Yo siempre he tenido la cosilla de escribir algo porque me gusta enseñarle a la gente lo que hago. Además se lleva también tener libros de nuevo. La gente quiere el papel, aunque busques las recetas en internet, pero la gente quiere abrir un libro y decir “voy a hacer esto”. Lo mismo que me pasó a mi con el libro que compré. Al principio iba a ser de repostería creativa y también me animaron los seguidores en internet. Como se dice que en la vida hay que plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, me faltaba escribir el libro. Me dije “¿por qué no?” Lo quiero tener por mí, para en el futuro saber que hice lo que me apetecía. Yo creo que los sueños son para cumplirlos. No me voy a volver loca y hacer una tirada de dos mil libros. Igual se queda en nada o igual va bien y se podrá escribir otro. Nunca se sabe.

¿Qué es en la práctica la repostería saludable?

Repostería saludable es evitar los azúcares, las grasas saturadas, la harina de trigo refinada… etc. para que si yo me como un bizcocho no sean 300 calorías sino 100. Eso lo hacemos sustituyendo la mantequilla por aceite de coco, la harina de trigo por harina de espelta, el azúcar por edulcorantes de calidad, como la pasta de dátil o el eritritol. Es cierto que son caros pero si eso lo ganamos en salud, yo creo que compensa.

¿Cómo seleccionas las recetas que van en el libro?

El libro tiene cuatro partes. La primera son los desayunos y meriendas. Los desayunos son lo más importante del día para arrancar con fuerza, pero de manera que no tenga azúcares industriales y un montón de calorías. Yo creo que una buena gran parte del libro tiene que ser eso porque tenemos que desayunar fuerte y hacer una merienda fuerte. La segunda parte los postres porque quién no quiere un postre después de la comida, o va a un restaurante y pide la tarta de queso, el brownie… Entonces vamos a hacerlo saludable, para que después de que hayas comido puedas tomar un postre pero sin los excesos. Otra parte van a ser las recetas de la cuarentena. Son recetas propias que tienen el nombre de una persona o sitio que a mí me recuerde algo. Está el primer postre que yo hice, con el que empecé a hacer los retos con Sara de @delantalrosa99 y @entrecomandas. Tengo un postre para mi amiga de Sevilla, mi hermana tiene un postre, mi madre tiene también y la muchacha de @petit_fit tiene un postre porque ella fue el impulso que me faltaba. Son todas recetas inventadas por mí a base de mucho ensayo y error. Las he dado a probar y las que han gustado las he apuntado. La última parte es ‘smoothies’ y helados, cosas más frescas para el calor del verano.

¿En qué consisten exactamente los postres dedicados?

Los postres están pensados para cada persona y no hay otra receta igual. A mi hermana le encanta la tarta de zanahoria, por ejemplo, pues su poste lo convierto en ella. Para que no sea la típica tarta de zanahoria, lo transformo en un gofre sabor tarta de zanahoria con helado de coco y chocolate. Cada receta va acorde con la personalidad y gustos la persona con quien lo asocio. Sí es verdad que como me gusta mucho el chocolate y las nueces, los uso antes que otro ingrediente o fruto seco. Creo los postres con cosas diarias. No pretendo inventar sabores que luego no a todo el mundo le gustan.

¿Se han quedado muchas recetas fuera?

Bufff, muchas. Me ha costado elegir porque quiero empezar con un libro pequeño. Tampoco quiero meter muchas y que la gente se aburra. Habrá para elegir entre unas 50 recetas, con su introducción sobre cómo se cambia un ingrediente por otro, cuánto aporta cada uno y la explicación de lo que se va a utilizar.

¿Tienes alguna receta preferida?

La que yo hice para mí, porque fue comienzo de este proyecto. Es la que yo presente en el reto de esta comunidad @entrecomandas. Fue la que me hizo darme cuenta de que de verdad me gusta la repostería a pesar de lo cansada y estresada que salí de la repostería creativa. Ahora es diferente. Lo hago porque me gusta, para mí. No tengo que ir corriendo para llegar a las tartas. Esta receta es fue el punto de partida de lo que me apasiona.

¿Cómo lo han llevado los conejillos de indias?

Bueno, encantados. Tengo a mi vecina de abajo que ella y su familia están encantados, Durante el confinamiento le dejaba el tupper en la puerta y luego me iban diciendo “esta me gusta más o a esta le falta esto” porque ella es como yo, le gusta lo sano y saludable. Ellos y mi marido y mi hija son los catadores de estos postres. Ellos lo han sufrido todo.

¿Cómo ha sido el proceso editorial?

Es una locura. Hay que tener el modo zen activado porque no sabes qué hacer, qué mirar, qué recetas incluir o no. Hay que buscar por internet, ver páginas de expertos, investigar qué editorial te vale, porque algunas te lo ponen muy bonito pero luego sale a 12 euros el libro y tú sólo recibes 3 por cada venta. Es un proyecto muy costoso, porque hay que imprimir, que te revisen la ortografía, la maquetación, etc. Empezaremos con poco. Si después hay que imprimir más será buena señal pero unos 1500 euros es lo mínimo que hay que invertir.

Instagram @desiree_perez_pozo