CAFÉ Y LONGEVIDAD
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Si quieres vivir más y mejor, toma café

Si quieres vivir más y mejor, toma café
Originario de Etiopía, el café es un elemento que forma parte de nuestro día a día. Se estima que al día son consumidas 2250 millones de tazas de café en todo el mundo. Nos acompaña en el desayuno, ameniza nuestras tardes y colabora en nuestras largas jornadas de estudio y trabajo. Pero, ahora se le suma un efecto protector sobre nuestra salud.

Numerosos estudios ha puesto sus miras en la cafeína, el compuesto principal del café y droga psicoactiva que tiene importantes efectos en nuestro sistema nervioso. Entre los principales efectos encontramos la capacidad de reducir la fatiga física, mejorar la coordinación corporal y aumentar la atención. La cafeína actúa de este modo gracias a la capacidad de bloquear a las moléculas  responsables de inducir el sueño,  y además, ralentiza las funciones neuronales. Se  ha visto también como tiene la propiedad de facilitar la unión de la dopamina con sus receptores, desencadenando así una sensación de alegría y felicidad. Pero el exceso en el consumo de ésta puede conllevar en algunas personas insomnio y ansiedad.

Los efectos del café también son de interés en nuestro país y ahora, científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) han estudiado durante una década a 20.000 voluntarios con el fin de conocer si el consumo de café se relaciona  con el aumenta la longevidad de éstos. Los resultados, ahora analizados, muestran la existencia de una asociación positiva entre el consumo de café y una menor mortalidad. Para comprobar si es la cafeína el elemento esencial involucrado en este efecto, el estudio se realizó tanto con café con cafeína como descafeinado, viéndose que no había diferencia en los efectos entre ambos. Tampoco encontraron diferencias significativas entre el café soluble o el de máquina.

El estudio, que ha sido publico en la prestigiosa revista American Journal of Clinical Nutrition, anunciaba que este efecto protector se veía más acentuado en aquellos participantes con 55 años o más, y en los que tomaban entre una y seis tazas de café al día. Así, se establece que a más consumo de café mayor efecto protector. Así mismo, ha permitido corroborar otros que ya desmontaban los supuestos riesgos para la hipertensión arterial que se le atribuían al consumo de café a largo plazo.

Este efecto protector está relacionada con la complejidad química del café, que formado por numerosas sustancias diferentes, posee algunas con demostradas capacidades antioxidantes y antiinflamatorias. La acción conjunta de todas ellas, y no la de una molécula concreta de una, es lo que hace de esta bebida un complemento perfecto para muchas dietas.

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