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La Astenia ha llegado y no es una prima tuya del pueblo
El invierno parece ir terminando y con la llegada de la primavera aparecen además de las alergias un síndrome que se conoce como “astenia primaveral”.
Para poder comprender, de forma muy sutil, qué es este trastorno podemos pensar en un animal que abandona el letargo invernal y debe adaptarse a un nuevo entorno que le demanda un mayor consumo de energía.
La astenia primavera es una sensación que cusa con falta de energía o vitalidad, dejando a la persona cansada y con fatiga crónica. Junto con esto aparecen alteraciones del sueño, que impiden la correcta conciliación de éste, falta de apetito y dolores intensos de cabeza. Se cataloga como un trastorno adaptativo que se presenta en casi la mitad de la población española al llegar la primavera.
En cuanto a los porqués de este mal, la astenia primaveral se debe fundamentalmente a los cambios meteorológicos, en especial a la subida de las temperaturas y la presión atmosférica. El aumento de las horas de luz diurna, el cambio horario y el cambio de rutina (con la mejora de las condiciones climáticas se aumentan las horas de ocio) parecen también afectar al desarrollo de este síndrome.
Todos estos factores alteran los ciclos circadianos y la secreción de determinadas hormonas como el cortisol o la melatonina y ello se deriva en la alteración de los principales ciclos biológicos.
Sin mayor complicación, la astenia primaveral remite por sí sola en una o dos semanas. Si se combina con alergia estacionales, especialmente al polen, el trastorno puede verse acrecentado.