Quiero un Luis
Sin embargo, en Ceuta hemos visto cómo desde hace dos años la facturación y los puestos de trabajo de las empresas, tanto del comercio minorista, como del comercio al por mayor y los que dan servicio a los mismos, han disminuido de forma alarmante. Ni una visita a Bruselas, o una solución práctica, tan sólo informes en los que se solicita a Madrid una solución sin éxito. También se ha observado cómo se excusaban ante la imposibilidad de mejorar la situación por culpa de Marruecos y no se entiende que se pueda negociar con Estados Unidos en el caso del aceite y los vinos, pero no con Marruecos en el caso de Ceuta y su zona de influencia.
Lo cierto es que se están dejando de facturar alrededor de 500 millones de euros (en el caso de la agricultura la cantidad es similar) en los comercios pequeños y en los grandes, en los almacenes y en los supermercados, miles de personas en ambos lados de la frontera ven cómo sus ingresos de subsistencia desaparecen. La conclusión de este desastre que las autoridades protegen, es la depresión económica para todos y un futuro incierto para miles de familias. ¿Y cuál es nuestra realidad? La frontera española tiene horas de espera, los derechos de los residentes en Tetuan son vulnerados de forma impune y desde luego la autoridad española no cumple el tratado Schengen, ni el Reglamento EU 2016/399.
Continuando con el paralelismo en el tema agricultura, vemos cómo el Gobierno ha tomado medidas de contingencia para paliar el posible descalabro de las ventas. En Ceuta, no se es consciente de lo que se avecina. Leyendo el análisis de Carmen Echarri en El Faro de Ceuta, se achaca al empresariado ceutí la falta de cohesión a la hora de mostrar en la calle la gravedad de los hechos.
Los agricultores frente a la subida de aranceles, viajaron a Madrid a defender sus derechos en la capital, sin embargo, en Ceuta no se muestra en las calles ni la indignación, ni la gravedad del asunto. El empresariado de Ceuta necesita tomar conciencia de lo dicho por Larry Fink, el Presidente de BlackRock, el hombre más poderoso de la Bolsa: "hay algo que es cierto, el mundo necesita tu liderazgo" y "la confianza en las instituciones se está desmoronando". Este visionario parece que vive en Ceuta, ya que la falta de conciencia del poder de los implicados en el problema y su fe ciega en que las instituciones van a implicarse, van a dar con el fin del medio de vida de muchas familias de la zona.
Arantxa Campos
Directora de Interservicios