Guerra Israel - Hamás: inocentes
Estando inmerso en el conflicto generado en la Franja de Gaza entre el Estado de Israel y el grupo terrorista de corte yihadista Hamás, he podido visionar, entre otros, un vídeo en el que su proclamador transmitía un mensaje con la literalidad siguiente: “Al-Andalus (España), es como Palestina. Nunca olvidaremos nuestras tierras. Y se lo decimos a Occidente: nunca olvidaremos nuestras tierras. Os la arrebataremos, porque es una tierra ocupada. Al-Andalus está ocupada por los españoles, del mismo modo que Palestina está ocupada por los judíos. Y ambas nos serán devueltas, haciéndose la voluntad de Alá”.
En ese sentido, he podido ver otro, en el que un grupo de jóvenes con banderas Palestinas, quemaban y pisaban una bandera de Israel en el Barrio Príncipe Alfonso de la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Sin entrar en cuestiones políticas que no me competen, me gustaría trasladar una serie de cuestiones y experiencias personales, que ayuden a comprender uno de los principales problemas a la seguridad a la que nos enfrentamos.
En lo que a España se refiere, gran parte de lo que es hoy la península ibérica fue musulmana. Al-Andalus no es Andalucía como muchos piensan, llegó a ser casi toda la península ibérica. Para el islamista radical, la decadencia del islam vino con la pérdida del Al-Andalus, de ahí el valor de su recuperación (hasta ese momento estaban en la cresta de todo: arquitectura, escultura, etc.). Por eso, España es un país emblemático para el islam y supone una verdadera obsesión para el islamismo radical. Reconquistar y reislamizar Al-Andalus, no es solo un mito, sino que es un verdadero objetivo del terrorismo yihadista. Miran al pasado para vivir el presente. Beben continuamente de esa fuente.
En este punto, hay que dejar claro que Islam no es terrorismo. Precisamente los más perjudicados con este tipo de terrorismo, son los propios musulmanes (entre otras cosas son los que más atentados sufren). Esos terroristas, que en nombre del Islam, hacen una interpretación radical y sesgada de los versículos del Corán y los utilizan para justificar sus actos, deberían de ser los reprobados y no su religión.
Lamentablemente, esos “loros de púlpito”, como el del vídeo que les expuse al comienzo de mi artículo, que transmiten un proselitismo y una narrativa reiterada en el tiempo, erosionan la convicción de otros, que son espoleados con la perpetración de atentados como el cometido en Israel (no olvidemos que fue fruto de una planificación exhaustiva y no un ataque improvisado), que provocan un renacer religioso equivocado y alimentado por las víctimas inocentes que se producen, y que se traducen en sentimientos de venganza; lo que hace que se tenga una visión distorsionada de la realidad.
Con el segundo de los vídeos comentado en mi inicio, puedo retroceder en el tiempo por ejemplo, y trasladarme a los atentados cometidos en Estados Unidos el 11 de Septiembre del 2001. En aquél momento, y en los días posteriores me tocó de servicio en Ceuta y durante mi jornada laboral, viví episodios de apoyo y enaltecimiento a dicho atentado y a su líder. Fueron días de mucha conmoción, en los que trabajamos inmersos en un sentimiento de consternación muy profundo. Fue un golpe muy duro de digerir. En ese contexto, nos encontramos con unos pocos (afortunadamente) indeseables, los cuáles festejaban dicha masacre en plena calle, realizaban pintadas a favor de Osama Bin Laden, quemaban iglesias y sinagogas (Templo de culto de la comunidad Judía) o impactaban huevos y piedras en sus fachadas…por todo ello, se tuvo que disolver concentraciones improvisadas donde mostraban con gritos, bailes y cantos su alegría por la comisión del devastador suceso; así como vigilar de forma directa, estática y permanente, todos los centros de culto del resto de religiones que cohabitan en la ciudad de Ceuta.
Con los actos descritos en el párrafo precedente, se puede dilucidar con claridad meridiana, que existe una manipulación mental que los terroristas aprovechan para ganar músculo, y que el mundo no pueda ver que el mayor significado del Islam es LA PAZ.
De hecho, no hay mayor símbolo de Paz y reflejo de la verdadera realidad, que el realizado en mayo de 2021 también en Ceuta, durante los incidentes fronterizos migratorios causados por el cruce masivo de personas, y donde una imagen de la que se hicieron eco
todos los medios de comunicación, se definía por sí sola: RESPETO. Una mujer que profesa la religión musulmana, limpiando los destrozos ocasionados en el altar del Cristo de Los Afligidos. Me dejó sin palabras. Si lo anterior no era ejemplo de nada, esto que destaco, es ejemplo de todo. Gracias por esa lección que ofreció a la humanidad con un solo gesto.
POR TODOS LOS INOCENTES…SEAN DEL COLOR QUE SEAN.