Ahí hay un hombre que dice ¡ay!
A diario, durante nuestro trabajo en las distintas redes sociales, nos encontramos de manera frecuente el error al no diferenciar entre “hay”, “ahí” y “¡ay!” (aunque peor son los “hai” o “ahy”.)
En este escrito, pasamos a diferenciar y a detallar el significado y cuándo usarlas correctamente en nuestras oraciones y, para ello, como solemos hacer, recurrimos y nos apoyamos en la RAE aportando la explicación.
Comenzamos con “hay”, que es una forma conjugada del verbo haber. Es una palabra monosílaba, cuyo golpe de voz recae en la vocal a. Veréis que es un verbo porque siempre se puede cambiar por otras formas del mismo. En el caso del verbo haber: había, habrá...
Ejemplo: “Hay que leer más”.
Continuamos con “ahí”. Es un adverbio que indica lugar. Es palabra bisílaba y aguda, cuyo golpe de voz recae en la i. Podéis comprobarlo cambiándolo por otros adverbios de lugar, como allí o aquí.
Ejemplo: “Ahí está el fallo”.
Y finalizamos con la palabra “ay”, escrita sin hache. Es una interjección que se usa para “expresar muchos y muy diversos movimientos del ánimo y, más ordinariamente, aflicción o dolor”, según la RAE. Es por eso que suele ir escrita entre signos de exclamación.
Ejemplo: ¡Ay, qué pena!
Esperamos que esta pequeña explicación os sirva para no caer “en la trampa” y hacer un uso correcto de nuestro léxico.
Y recordad, "El Diccionario Justiciero" nunca descansa.