DOCUMENTOS QR

Más allá del gluten, la celiaquía contada por Maite Carrasco

El pasado lunes se celebraba el Día Nacional de la Celiaquía y con motivo de esto, hemos aprovechado para conocer a Maite Carrasco, presidenta de la asociación ceutí de afectados por este trastorno autoinmune. Maite nos deja claro que, y pide que se transmita, que la celiaquía no es una opción es una condición, y como tal no se puede elegir.

 

Uno de los principales fines de dicha asociación (ACELICE) es la difusión y conocimiento de esta enfermedad, especialmente si te tiene en cuenta que casi un 75% de quienes la padecen lo desconocen. Ella misma nos cuenta que no fue hasta la edad adulta, hace aproximadamente 7 años, cuando recibe el diagnóstico. Sin embargo, su problema había comenzado antes. En el año 2000 ya manifestaba cierta alergia al gluten.

Salir a cenar, tomar unas tapas o un simple café es en muchas ocasiones una actividad de alto riesgo, y es por esto que, otro de los frentes abiertos por la asociación es la educación y formación del personal hostelero, desconocedor –en muchas ocasiones- de esta patología. En sus propias carnes, nos relata Maite, haber sufrido esto. Ingerir un alimento portador de gluten o que ha sufrido contaminación cruzada, produce que el afectado se vea obligado a dejar cualquier que esté desarrollando consecuencia de la sintomatología que aparece a los pocos minutos de la toma del alimento: diarreas, dolores abdominales, sudores, hipotensión o colitis, son solo algunos de los síntomas más frecuentes.

De igual forma, piden que se cumpla la legislación vigente en cuanto a las tablas de alérgenos en las cartas de bares y restaurantes. La Ley de Información Alimentaria, que se encuentra regocida en el Reglamento Europeo 1169/2011 establece que todas las empresas deberán informar sobres los alérgenos presentes en sus platos. Normativa, incumplida en muchos establecimientos de la ciudad.

La destrucción de las microvellosidades intestinales -consecuencia de la acción del sistema inmune- conlleva que con el 


tiempo se desarrollen otras intolerancias (como la intolerancia a la lactosa) u otras patologías como la colitis. Este hecho complica aún más el carro de la compra de quienes sufren celiaquía pues son muchos los que con el tiempo, consecuencia del desarrollo de intolerancias asociadas, deben tomar alimentos sin lactosa y sin gluten. Por ello, reclaman a grandes superficies la presencia de alimentos libre de ambos elementos.


Para poder hacer frente al enorme gasto económico que supone la compra de estos productos sin gluten, el año pasado desde la Consejería de Sanidad y Consumo se publicaron ayudas. Para recibir éstas se tiene en cuenta los ingresos económicos de la familia y el diagnóstico claro por parte de un facultativo médico. Fueron 70 familias ceutíes las que solicitaron esto, y de ellas diez fueron desestimadas. Este año, se está aún a la espera de la nueva convocatoria.