Dolor y Gloria: la culminación de una carrera
De toda la dilatada trayectoria de Pedro Almodóvar como autor, resultaría extremadamente complicado –sino imposible– poder seleccionar un único film en el que quedara recogido lo más representativo de su quehacer cinematográfico. Cada uno de los metrajes que componen su larga filmografía tiende a brillar con luz propia, ya sea por su gran calidad técnico-artística o por el filtro de originalidad que el director manchego aplica a sus obras. No obstante, de tener que elegir una única cinta que abarcara lo más sentido de un cineasta de su talla, la crítica probablemente pondría su mirada en Dolor y Gloria, su última película
La excelente acogida con la que ha contado no ha hecho sino cumplir lo que ya se había vaticinando desde el momento en que se llevó a cabo su lanzamiento en cines el marzo del pasado año. Después del éxito obtenido con Julieta (2016), que le valió la nominación a la Palma de Oro en Cannes, este nuevo trabajo le ha posibilitado repetir en el festival francés. No obstante, en esta ocasión Antonio Banderas, protagonista del film, ha vuelto a casa con el premio a mejor actor de reparto por su papel como Salvador Mallo. Es justo sobre el malagueño quienes los expertos han vertido sus mejores opiniones al considerársele esta interpretación como la cumbre de su carrera actoral. No en vano, Banderas ha sido galardonado por este mismo trabajo en el Festival de Cine Europeo, el Círculo de Críticos de Nueva York y, del mismo modo, cuenta con una nominación para los premios Óscar. Y es que su interpretación de un director de cine cuyo espíritu creativo parece haberse agotado –muy similar a la premisa que ya siguió Federico Fellini en Ocho y medio (1963) – no ha dejado indiferente a nadie.
El personaje de Salvador Mallo realiza durante las casi dos horas que dura el film un viaje sin retorno para intentar encontrarse a sí mismo. Por ello, recordará los pasajes más importantes de su vida: infancia, madurez tanto intelectual como cinematográfica además de la enorme desazón que le llegó a incapacitar para poder seguir rodando películas. Tal y como ha señalado la revista estadounidense Time –la cual ha seleccionado a Dolor y Gloria como mejor film de 2019–, es posible que nos encontremos ante una de las películas más atractivas y deslumbrantes de Almodóvar, quien a través de un magistral manejo de la paleta de colores y de un contenido tono emocional, da motivos de sobra para que en el futuro sea recordado por piezas como esta.