Solo en España hay más de 5,3 millones de diabéticos
La diabetes es un trastorno metabólico debido a la falta completa o parcial en la producción de una hormona, la insulina. La insulina es una hormona liberada por ciertos tipos celulares del páncreas y que se encarga de regular la concentración de glucosa en sangre. Existen dos tipos principales de diabetes, la diabetes tipo I es aquella que se presenta, generalmente, en personas jóvenes y en la cual el páncreas no es capaz de producir la cantidad necesaria de insulina. Generalmente es ocasionada por un trastorno autoinmune o genético.
Por otro lado, la diabetes tipo II es característica de la edad adulta y se produce cuando el organismo no responde de forma adecuada a la insulina o ésta no se genera en la dosis correcta. Este tipo es quizás el más conocido por la población y para el cual se lanzan las recomendaciones médicas capaces de ayudar a su prevención.
La diabetes puede pasar desapercibida durante mucho tiempo por el enfermo, por ello es necesario dar a conocer los principales y primeros síntomas, con el fin de que ésta sea detectada lo antes posible. De forma general aparece una sensación constante de sed, aumento del volumen de orina, pérdida de peso en la diabetes tipo I, aumento del apetito e infecciones recurrente en piel y cistitis.
Además de la medicación pertinente, para el correcto tratamiento de la diabetes se hacen necesario adoptar hábitos de vida saludable como es eliminar el consumo de bebidas industriales ricas en azúcares, productos de pastelería y bollería, lácteos ultraprocesados… LA nueva alimentación debe ir acompañada de actividad física moderada y de los estudios médicos apropiados.
El control de la diabetes es fundamental pues a largo plazo puede derivar en complicaciones de carácter grave como son la retinopatía, neuropatía diabética, insuficiencia renal o arterioesclerosis.