Primer martes de mayo: Día Mundial del Asma
Se estima que aproximadamente un 5% de los adultos y un 10% de los niños en nuestro país son asmáticos. Esta dolencia recibe casi un 2% de los recursos económicos, personales y materiales de la sanidad pública española. El total de afectados se estima en más de tres millones, sin embargo, casi la mitad de éstos desconoce padecer la enfermedad.
La problemática de la falta de diagnóstico se ve acrecentada con un diagnóstico erróneo en un 30% de los casos.
El asma es una enfermedad respiratoria que se origina por la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, lo que ocasiona dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos. Los síntomas del asma pueden desencadenarse por la inhalación de sustancias llamadas alérgenos, entre los que destacan los ácaros del polvo, diferente pólenes y pelo de pelo. Es una enfermedad con antecedentes personales o familiares.
No todos los tipos de asma son iguales, existen pacientes en los cuales es muy sencillo rastrear el agente causal del asma. Otros, por su parte, presentan un tipo de asma denominado asma intrínseco, en el que no se identifica el agente responsable. Algunas profesiones, como la panadería o la carpintería, favorecen el desarrollo de esta enfermedad consecuencia de la inhalación de polvos.
Las condiciones climáticas de nuestra ciudad con un alto porcentaje de humedad ambiental y unas temperaturas medias agradables la convierten en el entorno idóneo para el desarrollo de uno de los alérgenos más importantes: los ácaros. Es por ello que, los asmáticos consecuencia de esta alergia, vean acrecentada su dolencia en nuestra ciudad.
El tratamiento para los asmáticos se basa en el uso de corticoides y broncodilatadores. El no tratamiento de la enfermedad durante un ataque puede incluso llevar a la muerte del paciente consecuencia de la falta de oxígeno.