La importancia de educar en salud: el peligro del abuso de antibióticos
A lo largo de toda esta semana se busca concienciar de forma global de la importancia que supone el uso prudente y racionalizado de estos fármacos. Es importante que este mensaje cale tanto en el personal sanitario como en los consumidores y usuarios.
Ahora, con la llegada del frío, comienzan a verse las salas de espera ambulatorias llenas de pacientes con los mismos síntomas: dolor de garganta, tos, fiebre y mucosidad. En común no solo tienen los síntomas, muchos de ellos esperan la prescripción por parte del facultativo médico de un antibiótico. Esto es, en muchas ocasiones, la razón para enfrentarse al sanitario e incluso llegar a la agresión.
Para evitar esto, es necesario educar y enseñar que el resfriado o la gripe son enfermedades producidas por agentes víricos que no pueden ser combatidos por antibióticos diseñados para combatir a las bacterias. Recientes estudios confirman esta necesidad pues se estima que solo 4 de cada 10 españoles saben que los antibióticos no son efectivos frente a los virus.
¿Hasta dónde puede llegar el problema de los antibióticos?
Solo en nuestro país se cree que en el año 2016 murieron aproximadamente 3000 personas consecuencia de infecciones resistentes a antibióticos. La tendencia indica que el problema no va a menos y se estima que poco a poco seamos conscientes de nuevas cepas bacterianas capaces de aguantar los tratamientos convencionales antibióticos.
Pero no todo es culpa del consumidor, las grandes explotaciones ganaderas que emplean los antibióticos como profilácticos con el fin de evitar que los animales acinados enfermen son también uno de los pilares que sustentan el problema.
Con medidas gubernamentales sobre la racionalización de fármacos, la inversión en investigación y la educación poblacional podemos llegar en conjunto a solventar gran parte del problema.