¿Cómo puede cambiar el blockchain nuestras vidas?

La tecnología de bloques promete revolucionar el modo en que nos relacionamos con el entorno administrativo, comercial y digital.

Los avances logrados por el desarrollo tecnológico en nuestros tiempos está conduciendo a la sociedad a derroteros jamás antes imaginados, más propios del ámbito de la ciencia ficción que de una hipotética realidad pensada por nuestros antecesores.


Fenómenos como las cripto-monedas, divisas digitales no respaldadas por autoridades gubernamentales o el big-data, flujos colosales de información en red se constituyen como los pilares que sostienen ese mundo del mañana cada vez más próximo al nuestro.


De entre estos apabullantes fenómenos que prometen cambiar radicalmente la forma en la que interactuamos con nuestro entorno destaca especialmente el blockchain, servicio que si bien fue concebido originalmente como soporte al BitCoin –una de las cripto-divisas más importantes de las hoy existentes–, su aplicación puede resultar de lo más variada.


El origen del blockchain se encuentra en las figuras Stuart Haber y W. Scott Stornetta, teóricos y matemáticos que elaboraron una cadena de bloques digital donde quedaba registrada información no susceptible de ser manipulada y visible para todo el mundo.


Más de una década después, el japonés Satoshi Nakamoto llevó a la práctica las teorías de ambos investigadores a través del desarrollo del BitCoin.


La fórmula opera como una suerte de registro on-line que permite realizar transacciones de todo tipo sin necesidad de que exista un organismo que medie en la operación como a día de hoy hacen los bancos: de ahí que sus funcionalidades resulten especialmente idóneas para las cripto-monedas.


Sin embargo y además de la utilización en el mentado campo, existe una gran diversidad de aplicaciones que abarcan desde las logísticas hasta las eminentemente gubernamentales.

No en vano, la empresa Maersk, la más grande de transportes de contenedores del globo intenta implantar esta tecnología como respuesta a la innumerable información que se requiere con el envío de cada contenedor de mercancía.


Entidades bancarias como Santander también se encuentra evaluando el uso del blockchain en muchos de los servicios que ofrecen y algunos estados actuales han emprendido la digitalización de sus gobiernos gracias a las cadenas de bloques, aligerando de ese modo el peso de la burocracia y garantizando una mayor eficiencia de gestión.


Expertos de todo el mundo afirman que en un tiempo cercano, la mayor parte de los negocios que constituyen el grueso del sector empresarial adoptarán este paradigma a fin de hacer frente a las demandas de un mercado cada vez más exigente y requeridor de infraestructuras transparentes.


Los modelos comerciales no son permanentes y aún con lo dificultad que acarrean los cambios, la seguridad, fiabilidad e innovación que entraña el blockchain garantizan unas ventajas de las que todos seremos incuestionablemente beneficiarios.