Si en San Valentín te quedaste sin regalo (o no acertaron), ¡autorregálate satisfacción!
San Valentín llegó y San Valentín se fue. En la región italiana de Umbría hay un pequeño pueblecito llamado Terni. Tiene fama de ser uno de los pueblos más feos de Italia. Pero cada 14 de febrero, un montón de italianos y de turistas (al menos, antes del COVID-19) acudían en masa a su basílica en búsqueda del amor: Terni es el pueblo de San Valentino.
Fue en este pueblo, llamado entonces Interamma, cuando un obispo llamado Valentino se convirtió en ‘El santo dell'amore’ después de oficiar una boda entre el legionario romano Sabino y la joven cristiana Serapia. La boda no sentó bien al emperador Aurelio, quien consideró que el obispo había osado a sustituir un antiguo rito pagano con un sacramento religioso cristiano. En consecuencia, lo ordenó matar, y así se hizo: el 14 de febrero del año 273 d.C. mataron al obispo Valentino. Pero a su muerte fue venerado y convertido en el patrón de Terni y del amor. Así que cada 14 de febrero, los amantes van a jurarse amor eterno, y los solteros hacen cola en la basílica para para ver la tumba del santo, echarle unas moneditas y pedir que aparezca por allí el amor de sus vidas...
Pero entre que el COVID-19 tiene restringidos los viajes y que el contacto social (y con él, el contacto físico) está recomendado alejarlo a metro y medio o dos metros, la historia no pinta bien para aquellos solteros y solteras que buscan el amor romántico (o una o dos noches de pasión).
Así que tanto si estás soltero o soltera, como si tu pareja (o parejas) no dieron en la clave con el regalo de San Valentón, no hay mejor modo de celebrar el amor que queriéndose a uno mismo (en todos los sentidos). ¿Sabes cuál fue uno de los regalos estrella estas pasadas Navidades? ¡El Satisfayer! Existe una gran variedad de juguetes eróticos en el mercado, y a precios más que razonables. Solo es necesario darse una vuelta por alguna tienda (o web) erótica y ver el amplio abanico de posibilidades de autosatisfacción.
Así que si los Reyes Magos tampoco acertaron y te trajeron un pijama... ¡Quítate ese pijama y autorregálate amor y placer! Los juguetes eróticos hace tiempo que dejaron de ser un tema tabú. El Satisfayer se convirtió, primero, en uno de los regalos estrellas del Black Friday, con algunos modelos con auténticos descuentos. Posteriormente acapararon las listas de deseos de los regalos navideños.
Se trata de un succionador de clítoris con ondas de presión y vibración que incluso a veces, según el modelo, puede incluir una app para controlarlo a distancia. Suelen tener varios patrones de estimulación. También existen los modelos ‘Double’, para jugar en pareja, ya que pueden estimular al mismo tiempo clítoris, punto G y pene. “Probar varios movimientos, observar tu coño delante de un espejo y mirar cómo reacciona ante los estímulos, y dedicarte un tiempo de estimulación antes de masturbarte” son algunas de las pautas que recomienda Noemí Casquet, periodista especializada en Sexualidad, que triunfa en Instagram con su cuenta ‘Mamacasquet’.
Son muchísimas las 'influencers' que hablan -normalmente maravillas- sobre estos succionadores en las redes sociales. En el mercado existe una gran variedad de estos productos sexuales, así que lo mejor es analizar con cuál podrás encajar mejor antes de comprarlo. Los hay más pequeños, más grandes, con formas diversas, de silicona, de plástico, de PVC, de gelatina, de metal.... Más o menos ergonómicos, más o menos flexibles... Y después de asesorarte, lo importante es acercarte al Satisfayer (o a cualquier otro juguete) con la única pretensión de pasar un rato agradable, ya sea solo/a o en compañía. Un estupendo autorregalo post San Valentín para lanzarte a descubrir nuevos horizontes. Y es que, como decía Woody Allen, “El amor es la respuesta, pero mientras esperas la respuesta, el sexo plantea algunas preguntas bastante interesantes”.