Pajitas, bastoncillos y platos y vasos de plástico, hasta aquí hemos llegado
Desde el próximo sábado 3 de julio, el uso de plásticos de un solo uso como pajitas, bastoncillos, platos de plástico, palitos de los globos, etcétera, estarán prohibidos. Queda, sin embargo, saber cómo se aplicará la normativa europea y aprender a concienciar a la ciudadanía.
Llevamos meses escuchando hablar de que el Gobierno pretendía prohibir la comercialización de plásticos de un solo uso, como platos y cubiertos de plástico, pajitas, bastoncillos... El camino parecía estar tomado pero llegó la pandemia y, bajo la premisa de la seguridad sanitaria, volvieron los plásticos a la mesa.
A la mesa literal: platos, vasos y cubiertos de plástico que precisamente por ser de un solo uso parecían limitar la propagación del COVID-19. Pero no solo eso. Las toallas de tela en los lugares de afluencia como, por ejemplo, las oficinas se sustituyeron por papel de manos; en muchas escuelitas prohibieron llevar mochilas y a cambio los escolares debían llevar sus pertenencias en bolsas de plástico, y muchas otras acciones que priorizaban el usar y tirar por delante del reciclar y reutilizar, los dos términos hacia los que Europa parece caminar. Y, en cualquier caso, hacia donde el medio ambiente nos está pidiendo a gritos que nos dirijamos.
Un año y medio después de que saltara la pandemia, aún inmersos en ella pero casi con la denominada inmunidad de rebaño alcanzada, la Unión Europea ha vuelto a ponerse firme y desde este sábado, 3 de julio, quedará prohibida la comercialización de este tipo de plásticos de un solo uso.
Al menos en la teoría. Y así lo ha reconocido el Gobierno de España, que se suma -qué menos- al carro de la sostenibilidad medioambiental asegurando que también la medida será efectiva en España.
El objetivo que busca la Comisión Europea es ir retirando paulatinamente del mercado este tipo de productos, para los cuales además ya existen alternativas en el mercado. Por poner un ejemplo, esta semana se organizaba por parte de las empresas Beauty Cluster y Mentactiva, un encuentro digital donde se ha abordado el futuro de la cosmética natural. En la tercera edición del ‘Green Beauty Congress’ se han analizado, por medio de más de una veintena de conferencias, cómo realizar unos productos de cosmética más sostenibles. Y el embalaje es precisamente uno de los aspectos más reseñados en esa búsqueda de la economía sostenible.
El pasado 31 de mayo, Bruselas pidió a los países que conforman la Unión Europea que cumpliera estas nuevas reglas y que se aplicaran de forma “uniforme” en todos los estados miembros. La Directiva ya venía aprobada desde el 5 de junio de 2019, cuando se abordó la necesidad de reducir el impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente. Esta normativa establecía ya entonces que desde el 3 de julio de 2021 quedaba prohibida la venta de cualquier producto fabricado con plástico oxodegradable, con microesferas de menos de cinco milímetros, bastoncillos de algodón, cubiertos, platos y vasos de plástico, palitos agitadores de bebidas, el palo de los globos y los recipientes de poliestireno expandido.
Pero la apuesta, tan necesaria, por el medio ambiente, no se queda ahí. El sector de las compresas, tampones higiénicos y aplicadores de tampones; toallitas húmedas; productos del tabaco con filtros y vasos de bebida pueden ir, como se dice, poniendo sus barbas a remojar. Aunque eso sí, el Gobierno debe darse prisa puesto que el proyecto de ley de residuos y suelos contaminados que incluye esta transposición aún no ha sido ratificado y se encuentra todavía en proceso de aprobación. Esto conlleva que aunque esté la norma, su aplicación es aún variable. Sin embargo, la concienciación ciudadana debería ir ya encaminada hacia la evidencia de que cuidar nuestro mundo no puede esperar más.